«El que quiere puede, no dejes tus cosas por pereza»

-¿Cuándo comenzó a andar en bicicleta?

-El día de Reyes del 2001 fue cuando me decidí. Antes, andaba por las inmediaciones y cuando pasaba cerca del velódromo me paraba siempre a ver a la gente que anda en bicicleta. Yo no podía permitirme estar parado en casa, no soporto estar en el sofá. Para mí la bicicleta se ha convertido en una necesidad más allá del amor por el deporte.

-¿Cómo surgió la idea de anotar su actividad?

-Desde 2001 anoto los días que vengo a andar en bici. De 2001 a 2005 lo anotaba anualmente, pero después comencé a 'picarme' y a hacerlo mensualmente desde 2005 hasta ahora. Siempre llevo conmigo mis apuntes, los días que llueve -que son los únicos que no vengo a entrenar- están marcados, así sé qué días al año vengo y cuales no y de esta forma, controlo lo que hago.

-¿Cuál es su secreto para seguir pedaleando?

-Lo principal y más importante es la fuerza, tanto de voluntad como física, que en mi caso van juntas. Considero que si no tienes un poco de ambas la 'bici' no está hecha para ti. Es sacrificado a veces pero no deja de ser una forma de pasar el tiempo y de mantenerme activo y distraído, que para mí es imprescindible.

-¿Cómo decidió comenzar esta aventura?

-Soy una persona muy activa y cada día tengo que estar haciendo algo diferente, lo único que no puedo hacer es estar parado. Entonces, al ver a la gente andando en bici pensé que por qué no lo intentaba y hasta hoy. De todas formas, yo sé que la bici para mí es una obligación para mantenerme en forma, lo hago por necesidad, no me gusta excesivamente.

-¿Nunca se planteó participar en carreras?

-Ni estoy preparado, ni tengo ganas de dedicarme de forma más seria a esto. Yo disfruto moviéndome y todo lo que la bicicleta conlleva más allá de dar pedales. Me gusta llegar al velódromo con mis compañeros, hacer deporte con ellos y llenar el tiempo por las mañanas.

-A parte de la bicicleta, ¿cuáles son tus hobbies?

-A parte de la bicicleta me dedico a hacer artesanía y labores de jardinería. Por las tardes, a veces, voy al río, recojo ramas y luego las tallo para hacer culebras, bastones o cualquier elemento de madera. Además, hago rabeles, albarcas y muchos objetos que grabo a fuego y luego regalo o me los quedo. A parte, yo tengo un huerto y un jardín que cuido mucho, disfruto trabajando con la naturaleza.

-Tras 18 años en el velódromo, ¿nunca se ha planteado cambiar de localización?

-Únicamente cuando el velódromo no está disponible por cualquier razón. Por ejemplo, cuando siegan el campo no podemos venir o cuando organizan alguna carrera o evento en el complejo pues tampoco. Básicamente, cuando cambio de localización es por obligación.

-¿Piensa colgar la bici algún día?

-No, a no ser que mi cuerpo no dé más de sí. De todas formas, por las tardes siempre ando cuatro o cinco kilómetros para no quedarme en casa, así que supongo que si algún día tengo que dejar la bici me volveré a dedicar a andar como lo hacía años atrás.

-¿Qué consejo le daría a alguien que esté pasando por la situación que pasó usted en 2001?

-Lo principal es que: querer es poder. Cualquier excusa que te pongas va en contra tuyo, muchos compañeros míos dejaron la bici por pereza y me parece que son limitaciones que nos ponemos cada uno; al principio no voy cuando llueve, después cuando hace viento y así hasta que no vuelves.