El ramal de Torrelavega no estará acabado hasta finales de 2023, un año después de lo previsto

Esta es, al menos, el calendario que maneja el Gobierno central, según explicó ayer en declaraciones a RNE la delegada del Gobierno en Cantabria, la socialista Ainoa Quiñones, que también apuntó que se ha ejecutado ya al 50%. En junio de 2021, el entonces ministro del ramo, José Luis Ábalos, posteriormente sustituido por Raquel Sánchez, afirmó durante una visita a la comunidad autónoma que las obras estarían concluidas a finales de 2022, con lo que el nuevo plazo avanzado por Quiñones supone un retraso de prácticamente un año. Hay que tener en cuenta que este cronograma que expuso Ábalos ya era bastante más generoso que el actual, por lo que esta es la segunda vez que se revisan los plazos de la infraestructura.

Quiñones recordó que se trata de una actuación «muy importante», que supone una inversión de casi 120 millones, y que busca acabar con los problemas de congestión del tráfico que se producen en esa zona, sobre todo durante los fines de semana y los periodos vacacionales.

El kilómetro de asfalto que a día de hoy comparten la Autovía del Cantábrico y la Autovía de la Meseta pasará a la historia para dejar paso a casi tres kilómetros de nueva carretera entre Sierrapando y Requejada que permitirán desdoblar la A-67 y la A-8. La actuación precisa la construcción de 46 estructuras, 29 de nueva ejecución y 17 de ampliación de las ya existentes. Además, es obligada la modificación de múltiples servicios afectados, eléctricos, de abastecimiento y saneamiento, telefónicos y ferroviarios, estos últimos por desarrollarse la obra en las proximidades de la línea Palencia-Santander y afectar además a la línea ferroviaria de Solvay.

Aunque ya está en su recta final, también ha acumulado sustanciales retrasos la obra del nuevo acceso al Puerto de Santander (23 millones), que si no hay nuevos contratiempos se abrirá al tráfico esta misma primavera.