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El promedio de salmones que vuelven de adultos a su río de origen se sitúa en uno de cada mil. Sí, sólo uno de cada millar regresa a 'casa'. De ahí la necesidad de repoblar las cuencas para que la especie no desaparezca y los ríos no pierdan vida. Es lo que ha hecho este miércoles la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, que ha soltado en el río Besaya, concretamente en su paso por La Viesca (Torrelavega), 6.200 juveniles de salmón criados en el Centro Ictiológico de Arredondo para repoblar la especie. Es el noveno año consecutivo en la que se repite este proceso, ya que en el Besaya había desaparecido el salmón. Literalmente.
En la iniciativa han estado presentes el consejero del ramo, Guillermo Blanco; el responsable del Plan de Recuperación del Salmón Atlántico en Cantabria, Ángel Serdio; y operarios del Centro Ictiológico de Arredondo, como Juan Cobo, así como otros técnicos y varios concejales del Ayuntamiento de Torrelavega.
Todos ellos han estado acompañados por los otros protagonistas de la jornada: un grupo de escolares del colegio San Agustín de Santander, a quienes han explicado el proceso y el recorrido que realizan los salmones a lo largo de su vida, y que han participado con sumo interés y atención en la suelta dejando algunos de ellos en el río.
Tal y como ha explicado el técnico del Centro Ictiológico, la mayoría de los salmones migrarán al mar en la primavera de 2020 y, al cabo de un par de años, su instinto hará a algunos de ellos volver al río donde se les ha soltado para desovar y «que el ciclo se siga cumpliendo». Con la media antes reseñada, se espera que regresen unos seis del total de juveniles que se han soltado. Además, llevan una «micromarca» para poder ser identificados.
Cobo señaló que «ojalá» se recupere el río Besaya y vuelva a tener una población salmonera «estable», que «hace unas décadas que se perdió», aunque ya «todos los años se pueden ver salmones en el río» porque ahora las condiciones son «las óptimas» para la repoblación, gracias a la disminución de la contaminación y a estas sueltas que se llevan realizando desde 2011.
Por su parte, Blanco destacó que los salmones de hoy se suman a más de medio millón que se soltarán este próximo año en las cuencas del Deva, Nansa, Saja-Besaya, Pas, Miera y Asón-Agüera. En total, en los últimos diez años se han puesto en los ríos casi seis millones entre alevines, pintos y huevos.
El consejero aseguró que las sueltas son «algo que emociona» tras haber «luchado tantos años por la recuperación de una cuenca» como la del Besaya, y consideró que son un acto «simbólico, pero también efectivo y práctico», con el objetivo de que el río «se mantenga con vida, no como antaño».
En este sentido, se refirió al Plan de Recuperación del Saja-Besaya que la Consejería pretende elaborar con la colaboración del Instituto de Hidráulica Ambiental (IH) de la Universidad de Cantabria, para que la recuperación de este río «no bien tratado durante muchos años» sea una realidad.
Por último, destacó Blanco que el Centro Ictiológico de Arredondo «está funcionando muy bien desde que se creó», en parte gracias a la «profesionalidad» de sus responsables, que obtienen «miles de alevines todos los años» y eso es, a su juicio, «lo que ha propiciado que en los ríos haya cada vez más vida». Así, recordó que en el Besaya «había desaparecido el salmón y ha vuelto con nuestra ayuda, no solo aquí sino en todas las cuencas».
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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