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Continuando con la repoblación de salmones en los ríos cántabros, tarea que viene realizando desde hace 20 años, la Consejería de Medio Rural soltó ayer 7.300 alevines en el Besaya, a la altura del parque de La Viesca. Gracias al saneamiento de la ... cuenca y este tipo de acciones, vecinos y visitantes vuelven a disfrutar de la presencia de salmones en el Besaya desde hace una década. Si se cumplen las previsiones, Medio Rural iniciará en enero las obras para instalar una escala salmonera en la presa que facilita la captación de agua a la empresa Sniace, cerca de la confluencia de los ríos Saja y Besaya.
Ángel Serdio, Jefe del Servicio de Conservación de la Naturaleza, explicó que los alevines son criados en cautividad en el Centro Ictiológico de Arredondo, dentro del programa de recuperación del salmón atlántico. Proceden de reproductores salvajes capturados en otros ríos cántabros, como el Pas o el Asón, dado que son «más sanos» y tienen poblaciones más estables que la del Besaya, donde los salmones «aún no tienen un tamaño grande».
Serdio recordó después su ciclo vital: «Nacieron hace un año y la próxima primavera, con las lunas nuevas de abril y mayo, bajarán al mar e iniciarán las grandes rutas migratorias que siguen todos los salmones. Alcanzarán latitudes subárticas y allí permanecerán en caladeros alimentándose». «Al cabo de tres años -añadió- emprenderán el viaje de vuelta al río que abandonaron, ya con entre 70 u 80 centímetros y cuatro o cinco kilos. Remontarán ese río hasta alcanzar las zonas de freza, que siempre están en los tramos más altos y oxigenados. Allí desovan y después mueren».
Los alevines se sueltan con un microchip, una especie de «matrícula» que se utiliza en todos los países, gracias a una base de datos mundial. Eso ha permitido saber, por ejemplo, que salmones cántabros han sido capturados en otros ríos del Cantábrico, Portugal, Groenlandia, Escocia o Francia. De cada 1.000 que se sueltan, sólo uno regresa, porque tanto en el río como en el mar van a encontrar un «ambiente hostil». Se trata de una tasa de supervivencia «bastante buena» y, además, se empiezan a notar los esfuerzos que se han hecho, tanto en saneamiento de las aguas como en repoblación, ya que «los ríos son muy agradecidos y enseguida se recuperan».
El consejero, Jesús Oria, precisó que el día anterior se habían soltado otros 4.000 alevines río arriba, concretamente en el coto de Somahoz. Además, destacó el lugar en el que se estaba celebrando el acto, el parque de La Viesca: «Es un lugar emblemático, el primer Área Natural de Especial Interés (ANEI) que se declaró en Cantabria y se unió a la red de espacios naturales protegidos en la región». «Vamos a seguir en la línea de suelta de alevines en próximos años -anunció-. Desde la última glaciación, siempre ha habido salmones en estos ríos. La contaminación de las industrias contribuyó a su desaparición, pero hace 10 años se volvieron a ver y seguimos ayudando a la naturaleza a regresar a su estado anterior».
El alcalde, José Manuel Cruz Viadero, mostró su satisfacción por la nueva visita de Oria al municipio y por otra suelta de alevines en La Viesca que «refuerza aún más este espacio protegido que compartimos con Cartes». El regidor recordó que en el parque se realizan tanto actividades deportivas como recreativas y de divulgación de la naturaleza. Además, recordó que el Ayuntamiento acaba de recibir una ayuda de Medio Rural para continuar con la lucha contra las plantas invasoras, como el plumero y el bambú japonés, y la mejora de la biodiversidad en este «pulmón verde».
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