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Hace dos meses, un indeseable escarbó con un cuchillo en el cuello de su perro para poder extraer su chip localizador, abandonarlo de la forma más miserable posible y no dejar rastro. Al día siguiente, con apenas dos años de vida, ese perro, Brandon, un ... galgo de 2 años, apareció degollado en las calles de Badajoz, desangrándose y a punto de morir. Y hubiera muerto, desvalido y traicionado como tantos otros de su especie en España –uno de los países con mayor tasa de abandonos a perros y gatos, según la Fundación Affinity–, de no ser por el aviso de un vecino y la cadena de auxilio habilitada por la protectora SOS Perros para salvarle la vida. Los daños eran muy graves en músculos y tendones, pero el rescate 'in extremis' llegó lo bastante pronto como para que el can pudiera encarar un lento proceso de recuperación y la vida la diera una segunda oportunidad. Durante la Feria de la Adopción Responsable de Torrelavega celebrada en el Mercado Nacional de Ganados, Brandon fue uno de los muchísimos perros que demostró ser no sólo un portento físico capaz de sobreponerse a todo sino una mente fuerte, saludable y con ganas de vivir una vida feliz. Es el mejor compañero que cualquier familia podría desear, y se hartó de abrazar y saltar con todos los que le saludaban. Porque, a pesar de todo, es «muy sociable, simpático, gran compañero y no guarda ningún rencor».
Su presentación a cargo de Eva Ceballos, responsable de Galgos de Casa, reveló la fuerte carga emocional de la cita y el cariño que todas estas protectoras sienten por sus 'hijos'. Si Brandon estuvo hoy en el ferial y ya cuenta con un hogar de adopción es gracias a la mano que tendió este colectivo desde que sus rescatadores recurrieron a él. Como el resto de congéneres, este amigo de cuatro patas viajó Torrelavega en busca de una familia.
De momento se quedará en Polanco junto a Ángela Arabia, Jorge Uriarte, el hijo de ambos, Lucas, y también Goro, uno de los muchos galgos con pasado cazador que, superado el pico de forma, terminan maltratados o utilizados para peleas. «Nunca he sido de perros, como se suele decir, pero esto es lo mejor que he podido hacer», se emocionaba Arabia, una de las cerca de mil personas que visitaron el Ferial y contactaron con las 18 protectoras que dan sentido a la cita, «la más importante que tenemos en Cantabria destinada al bienestar animal», como señaló el concejal de Medio Ambiente, José Luis Urraca, acompañado por su homólogo en Obras, Cruz Viadero, y el vicepresidente Zuloaga.
SOS Norte es una de esas agrupaciones que literalmente salva la vida a decenas de perros todos los años. La historia de Cooper, Pongo, Moss, Onni o Chulo, «muchas veces, es completamente desconocida», declaraba una de sus responsables, Elsa Saiz, antes de celebrar la «recuperación emocional» que logran «en la mayoría de los casos» y reivindicar la adopción responsable de no sólo cachorros sino también mayores, una de las grandes asignaturas pendientes en el sector.
Después de todo, bajo ferias como esta, carteles, campañas, normas –como la Ley Nacional de Bienestar Animal que urgen muchos de estos colectivos– y las recogidas de firmas subyace un objetivo muy sencillo de entender y que Isabel Jaurena, mano derecha de Saiz, se encargó de subrayar. «Que todos los perros sean iguales ante la Ley», declaraba esta vecina comprometida, no sin apelar a la voluntad de la Administración y enfatizar la importancia de las campañas de esterilización animal. «Las camadas indeseadas conforman una parte muy importante de los abandonos», reveló.
La igualdad real que une a los 18 colectivos comprometidos en este evento es precisamente lo que inspiró a Hugo Cid, Julia Piñera y Marta Oria, de 16 años, para ofrecerse voluntarias en el Refugio Canino de Torres. «Todos deben tenerlo claro: una mascota necesita tiempo y dedicación, lo mismo que cualquier persona. No son juguetes». Al igual que esta última, una de las muchas jóvenes que puso cara a las protectoras, la voluntaria de Asproan Alicia Ara, de 21 años, llegó al Mercado Nacional de Ganados dispuesta no sólo a reivindicar la adopción sino también a desmentir muchos mitos:«La gente puede pensar que todos estos animales están enfermos o que son incapaces de pasar página, pero no es así. Tienen mucho futuro».
Para futuro el que Haselnut y Floppy, hermanos galgos de dos meses, tienen por delante. Hace nada, un mes, estaban literalmente tirados en la basura. Sacaron sonrisas, carantoñas y hasta alguna lágrima de emoción entre el público que se acercó al desfile del Ferial. En aquel momento, sobre la pasarela, pasaron algo de nervios; en brazos de Paula Puente y Carmen Pulido estaban prácticamente en una cuna. «No son un regalo sino una vida». Y todas valen lo mismo, las de perros y gatos, como reivindicó también Rosa Domínguez, la presidenta de un colectivo, Cantabria Felina, volcada en la equiparación de «derechos y protección» entre ambas especies.
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