El Serca limpia la finca 'Prado del Roble' tras las quejas de los vecinos del Barrio Covadonga

El concejal de Medio Ambiente, José Luis Urraca, ha informado que ya se han retirado 500 toneladas de materia vegetal, sobre todo plumero, y se va a actuar también en las zonas colindantes tratando de erradicar esta especie invasora. El edil ha recordado que hasta esta época del año no conviene realizar este tipo de trabajos porque cada plumero puede liberar «hasta un millón de semillas», evitando así su propagación. La materia vegetal que se está retirando mediante desbroce y gestión mecánica, se recoge y transporta a un gestor autorizado para su «correcta eliminación».

Urraca ha precisado que en realidad son dos las fincas sobre las que se está actuando, una municipal y otra de propiedad privada, que suman una superficie de 14.135 metros cuadrados. La segunda es cedida al Ayuntamiento todos los años para que instalen sus cavaranas los feriantes que participan en las fiestas de La Patrona. El 'Prado del Roble' terminó en manos de un fondo de capital riesgo o buitre, después de fracasar un proyecto de construcción de viviendas. El Ayuntamiento quiere hacerse con la propiedad de la finca, pero ni siquiera ha podido contactar con los dueños.

Tras las últimas quejas vecinales, el entonces alcalde en funciones, Javier López Estrada, ordenó en agosto al Serca, encargado de la limpieza de parques y jardines en el municipio, que desbrozase la zona más degradada y acabase, en la medida de lo posible, con especies invasoras como el plumero y el bambú japonés. También ordenó a una empresa constructora local que retirase algunos montículos de escombro.

López Estrada recordó que el Ayuntamiento estuvo a punto de comprar la parcela hace varios años al anterior propietario, Liberbank, antes de que el banco se la vendiese a un fondo buitre. El edil explicó que la parte de la finca en peor estado es la que se iba a ceder al Ayuntamiento como consecuencia del desarrollo del proyecto urbanístico y que la que ahora utiliza el Consistorio para diversos usos tras explanarla, sobre todo como aparcamiento, es donde se iban a construir las viviendas.

Lo cierto es que la situación de abandono de la parcela había acabado con la paciencia de los vecinos, hartos de ver como roedores y reptiles se 'paseaban' junto a sus casas. Sergio Gutiérrez, de la Asociación de Vecinos Besaya, dijo este verano que llevaban varios años quejándose ante el Ayuntamiento, porque «debe exigir a los dueños de la finca que la mantengan en buen estado, como es su obligación». Gutiérrez recordó que el Consistorio también puede hacerse cargo de la limpieza de la parcela y luego pasarle la factura a los propietarios, como ha hecho otras veces en el mismo Barrio Covadonga, procedimiento que va a repetir en esta ocasión.

Pilar García, una de las vecinas afectadas, dijo en agosto, al ser preguntada por este periódico, que el Ayuntamiento les estaba «toreando», porque por una parte se escudaba en que no es el propietario para «no actuar» y por otra «utiliza la finca para lo que quiere». Pilar señalaba que la zona explanada, convertida aquellos días en aparcamiento para los feriantes de La Patrona, acoge otros usos, como quedadas de autocaravanas o aparcamiento de camiones.

Otra vecina, Rosa Calvo, residente en un primer piso, se sentía amenazada por los reptiles y roedores: «De aquí salen ratas como gatos y culebras que ni te cuento. Se pasean por la acera que no veas. Nos siegan la zona más próxima para taparnos la boca, pero al poco tiempo está igual. Tampoco hay tratamiento para las plantas invasoras». Encarnación, que vive en un tercero, apuntaba que su nieta es alérgica y no podía ir a verla cuando había mucha concentración de esporas de los plumeros en el aire. «Tenemos que cerrar las ventanas», aseguraba. Su marido, Manuel Conde, recordaba que el prado se llama así porque hay un roble, de gran porte, que «los ecologistas salvaron de la tala» y que hace varias décadas era una finca más destinada a explotación ganadera.