El servicio de recogida de basuras de Torrelavega recuperará este año la gestión pública

El servicio de recogida y transporte de residuos sólidos urbanos de Torrelavega recuperará en 2018 la gestión pública, 15 años después de su privatización. Una comisión mixta, integrada por técnicos y políticos municipales, se encargará de elegir la fórmula de explotación que resulte «más eficiente y sostenible». Se barajan tres opciones: realizar la recogida a través de otro servicio, crear otra empresa municipal o adaptar una ya existente. El equipo de gobierno (PSOE-PRC) cumple así uno de sus compromisos más importantes, adquirido cuando accedió al poder hace cuatro años.

Así lo anunciaron ayer el alcalde, José Manuel Cruz Viadero, y el concejal del área, José Otto Oyarbide, tras presentar la propuesta a la oposición, que tiene mayoría, en una reunión de la Junta de Portavoces. En el encuentro se entregó el último informe técnico que avala la decisión, que espera contar con un «alto consenso», dado que ningún grupo político ha mostrado su disconformidad. Según Cruz Viadero, la medida se encuentra «en sintonía» con la visión política del equipo de gobierno y se toma por entender que «redundará en una mayor eficacia en la prestación del servicio».

«La propuesta -explicó- ratifica nuestra vocación de dar a los ciudadanos servicios públicos y de calidad». Y puso un ejemplo: «Hace cuatro días se incorporaron al servicio de limpieza viaria 24 nuevos trabajadores para mejorar la plantilla». El alcalde calificó el cambio en la gestión de la recogida de basuras como «una decisión política importante, de calado».

El edil del área recordó que el contrato con la empresa adjudicataria (Geaser) concluyó el pasado 31 de diciembre, pero la compañía, que tiene 21 trabajadores, seguirá prestando el servicio hasta que se municipalice de nuevo, por lo que «los vecinos no notarán ningún cambio». Según Oyarbide, la decisión se ha tomado tras la emisión de varios informes favorables en los últimos años y después de analizar casos similares en una decena de municipios de otras regiones.

Respecto al último de los informes, que evalúa las diferentes opciones de gestión directa, el concejal socialista hizo hincapié en que indica el «ahorro económico» que supondrá no licitar de nuevo la prestación del servicio y el elevado «margen de mejora» que tiene el mismo. Oyarbide dijo que el servicio, que «ha mejorado considerablemente en los dos últimos años», no es deficitario e insistió en que se optará por la gestión directa que resulte «más rentable y sostenible».

El Ayuntamiento adjudicó de nuevo en octubre de 2014 la recogida y transporte de las basuras a Geaser, la empresa que viene prestando el servicio desde que se privatizó y que se quedó sola en aquel polémico concurso tras detectar los técnicos incumplimientos en las otras seis ofertas presentadas. Previamente, los técnicos aconsejaron al entonces nuevo equipo de gobierno (PSOE-PRC) que reconsiderase su idea de anular la convocatoria, realizada durante el mandato de Ildefonso Calderón (PP), a finales de 2013.

La Mesa de Contratación decidió finalmente adjudicar el servicio a Geaser en 1.336.500 euros, un 10% menos que el precio de licitación, y por un periodo de dos años, prorrogable por uno. El informe emitido por el Servicio de Movilidad, Energía y Medio Ambiente fue contundente: la oferta que al final resultó ganadora fue «la única en la que no se apreciaron incumplimientos de los requerimientos y condiciones establecidas en el pliego de condiciones técnicas para la adjudicación del contrato».

PSOE y PRC reconocieron entonces que los técnicos municipales les habían frenado en su intento de municipalizar el servicio porque la licitación, aunque «precipitada y sin consenso», había sido legal. Eso sí, calificaron el contrato como «una chapuza». El pacto de investidura, que hizo alcalde al socialista José Manuel Cruz Viadero en 2015 con los votos del grupo de izquierda radical ACPT, incluyó el compromiso de recuperar la gestión pública de este importante servicio.