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Que vuelva a casa lo antes posible. Ese es el deseo que une en estos momentos al pueblo de Sierrapando, en Torrelavega. Han pasado dos días desde que uno de sus vecinos, Ángel, de 13 años, sufrió un desvanecimiento cuando jugaba en la pista deportiva de Mirasierra –junto al polígono comercial de Los Ochos–, pasadas las siete de la tarde. No habían pasado «ni siquiera cinco minutos» del incidente cuando, a la llamada de los testigos, dos efectivos de la Policía Nacional llegaron hasta la zona para desarrollar una intervención clave. «Llegaron antes que la ambulancia y lo reanimaron rápidamente», relataban ayer algunos vecinos de la localidad, agradecidos al empeño de estos dos agentes –también a los de la Policía Local que asistieron en la zona– a la hora de recuperar el pulso del pequeño, primero, y hasta detener la circulación en la Avenida de Bilbao para facilitar su traslado a un centro sanitario. En estos momentos, el joven permanece en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.
La rapidez con la que actuó todo el personal involucrado –incluido el sanitario– y la agilidad con la que se produjo la cadena de auxilio en general redujo muchísimo el tiempo de intervención. Asimismo, las competencias de uno de los uniformados en materia de reanimación cardiopulmonar también fueron fundamentales. La maniobra, que alterna la respiración boca a boca y las compresiones en el tórax para volver a oxigenar los pulmones, fueron vitales para recuperar el pulso del joven y aligerar su traslado al hospital.
Muchos de los vecinos que más cerca viven de la pista deportiva apenas advirtieron la asistencia de los uniformados al entorno de Mirasierra, una zona residencial ubicada entre el área comercial de Los Ochos y el centro de la localidad –de las más importantes de Torrelavega en materia de población con unos 4.000 residentes en sus calles–.
Un día después de lo ocurrido, la localidad revelaba un ambiente tranquilo ayer por la tarde. «Espero que se ponga bien», «no lo sabía, mis mejores deseos» y «le esperamos» fueron algunos de los comentarios de afecto que los residentes de la zona dedicaron a Ángel, un joven más de los muchos que disfrutan en el campo de futbito y la cancha de baloncesto que integran la pista deportiva de Sierrapando.
Este es, de hecho, uno de los puntos de encuentro más habituales para los jóvenes del pueblo y los alumnos de los centros educativos más próximos a esta zona. Finalmente, y al igual que las palabras de cariño hacia el chaval, fueron muchas las personas que, a preguntas de El Diario Montañés, subrayaron el papel de las fuerzas de seguridad durante este martes por la tarde: «Fueron muy rápidos y eficaces».
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Ana del Castillo
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