Sniace repara la fuga de agua que provocó grietas en viviendas de Ganzo

Los trabajos, ejecutados por la constructora Arruti, se han puesto en marcha con una duración estimada de tres semanas y después de que el Ayuntamiento de Torrelavega haya concedido los permisos correspondientes. El último ha consistido en la autorización de ocupación de la vía pública para la localización de un pozo bajo el pavimento y la construcción de una arqueta.

Sniace fue condenada en 2017 a indemnizar con 106.291 euros a los vecinos afectados por los daños que había originado en sus viviendas el mal estado del canal de agua que utiliza la fábrica química en su proceso de producción. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de Santander estimó las demandas interpuestas contra la empresa por la comunidad de propietarios López Pablo y cuatro vecinos más. Las reclamaciones se debían a las cantidades abonadas por los demandantes a consecuencia de los daños que presentaban sus inmuebles, con continuas grietas que fueron apareciendo desde 2014 y cuyo origen se encontraba en la fuga de agua proveniente del referido canal subterráneo.

Para el juez resultó «suficiente, clara, determinante e incontestable» la prueba técnica aportada por los vecinos para establecer la responsabilidad del caso, al concurrir «de forma palmaria» todos los requisitos de la responsabilidad extracontractual atribuible a Sniace por «la clara aplicación de los fundamentos jurídicos». Todo ello en la responsabilidad por la falta de corrección del elemento del complejo mercantil por la demandada (tubería de abastecimiento de agua).

«Está absolutamente probado -señaló la sentencia- que esta tubería pierde agua. Y de forma notable y suficiente para poner en riesgo las viviendas de los demandantes y los bienes comunitarios. Y que ha originado los gastos reclamados». Según el fallo, los demandantes individuales acreditaron la existencia de un perjuicio a través de informes periciales que determinaban los daños que presentaban sus viviendas y que suponían la existencia de grietas en paredes y techos. Igualmente, se acreditó la existencia de un perjuicio de forma «sucesiva, cronológica y determinante» por parte de la comunidad de propietarios, que activó desde 2014 una serie de acciones en defensa de los bienes que tuvo que reparar.

Grietas en el interior de los pisos y en las fachadas. Televisiones encendidas por la noche para no oír los crujidos del edificio, cuadros que se descolgaban y hundimientos en aceras y viales. Los vecinos de la Avenida de Moneche se quejaban y con razón cuando en noviembre de 2014 mostraban sus problemas a este periódico. Los bloques de viviendas sufrían graves daños estructurales y sus propietarios lo achacaban al estado de «abandono» del canal que pasa por debajo de la calle y abastece de agua a la fábrica de Sniace, entonces cerrada como ahora (se encuentra en proceso de liquidación). El Ayuntamiento se desvinculó del asunto por entender que era un problema entre particulares.

Los afectados no dejaron de tomar medidas para tratar de solucionar el problema. Siguiendo las directrices marcadas por los informes técnicos que encargaron, en 2015 ejecutaron las obras para reforzar los cimientos del edificio. Los estudios técnicos relacionaron los graves daños estructurales del inmueble con fugas en el canal de agua. El asunto terminó en los juzgados porque Sniace negó tener relación con el problema.

Los propietarios aprobaron entonces el contenido del estudio técnico, la contratación de las obras y una nueva derrama. El Ayuntamiento de Torrelavega colaboró con ellos y aportó el dinero que le correspondía por ser propietario de un bajo en una esquina de la urbanización.