Solo dos ojos para vigilar Sniace
Los vigilantes del recinto piden medidas urgentes para reforzar la seguridad del complejo, custodiado por cinco trabajadores a turnos durante 24 horas
El complejo de Sniace se extiende a lo largo y ancho de 585.106 metros cuadrados. Y desde este año, tras la decisión de los ... concursales de trasladar las oficinas fuera del recinto y recortar personal, solo dos ojos velan por él. En total son cinco los vigilantes que se encargan de custodiar lo que queda de la extinta fábrica, trabajando por turnos individuales las 24 horas del día. Mañana, tarde y noche, vigilan una Sniace que, mientras tanto, estos últimos meses se ha convertido en una mina de oro para los saqueadores. Se ha convertido en un punto negro de la delincuencia. Lo demuestran los muros derribados, las noticias -la más grave la de un tiroteo entre clanes en abril- y la proliferación de visitantes en general que relatan vecinos y también los propios vigilantes.
Estos últimos lo hacían saber la pasada semana, a través de una denuncia pública de la Unión General de Trabajadores (UGT). «Un solo vigilante de turno poco puede hacer para enfrentarse a grupos organizados que sustraen materiales con total impunidad por falta de denuncias de los propietarios y la escasa coordinación de las partes responsables», señala el responsable autonómico del sindicato en materia de seguridad privada, Juan Fernández, antes de apuntar a la presencia de bandas como algo «normalizado» y solicitar a la Delegación del Gobierno en Cantabria la «adopción de medidas urgentes para frenar la inseguridad» en el entorno de la extinta fábrica.
Las palabras de los vigilantes de Sniace ensanchan el debate sobre la seguridad en el complejo más allá de la custodia y guarda del patrimonio. Relatan robos, amenazas, incendios y uso de armas de fuego, situaciones que pueden poner en riesgo a estos profesionales y también, es así, la de los propios involucrados en estos allanamientos y disputas. Un recordatorio: el tiroteo que se produjo en la zona de la fábrica hace casi dos meses se debió a una disputa por chatarra. Y para que se hagan a la idea, el vigilante que estaba de guardia aquel día ni siquiera escuchó aquellos disparos.
La Policía Nacional, cuya labor agradecen desde UGT, llegó apenas unos minutos después aquel día. Comenzaba, al menos de forma pública y a ojos de todos los vecinos, una etapa de investigación y trabajo más intenso que nunca alrededor de esta zona, labor que desde aquel 14 de abril ya se ha cobrado al menos dos detenciones -aunque sin vinculaciones claras con aquellas detonaciones concretas, según informaron desde el Cuerpo-.
Casi dos meses después de aquel suceso, la denuncia de los vigilantes apela a la colaboración de todos, desde «los administradores concursales, los nuevos dueños hasta las administraciones públicas», para erradicar este nuevo punto de la delincuencia a las afueras de Torrelavega.
Ya son muchas voces las que apelan a esa colaboración público-privada encaminada a evitar posibles «males mayores». De la misma forma se manifiestan en el propio Ayuntamiento, que siempre se ha mostrado partidario de reforzar los puntos negros de la delincuencia, como los propios vecinos de la localidad de Duález, con los que también ha hablado este periódico: estos hechos están alterando el día a día de estos residentes, testigos directos de la visita de diferentes grupos interesados en entrar en Sniace. Desde UGT llaman a denunciar todos estos hechos delictivos. De lo contrario, «será mucho más difícil combatirlos».
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