Espectacular operación antidroga de la Guardia Civil en el Barrio Covadonga de Torrelavega

La operación, que duró cinco horas, se inició en torno a las siete de la mañana y despertó a algunos residentes por los golpes que realizaron los agentes en la puerta del piso, de dos habitaciones, en el que reside el detenido con su pareja y sus cuatro hijos, de corta edad. Los vecinos, que en algunos casos siguieron lo acontecido desde ventanas y balcones, también escucharon en los primeros minutos el llanto y los gritos de los pequeños.

La Guardia Civil se personó con más de media docena de vehículos, entre los que destacaron furgonetas camufladas de gran capacidad. En una de ellas introdujeron al mediodía, poco antes de finalizar el operativo, numerosas cajas de cartón que fueron bajando del piso del detenido durante la mañana, depositándolas primero en el portal. Entre ellas destacó la presencia de casi un centenar de cajas de una conocida marca de calzado deportivo.

Los otros vecinos del edificio, uno de los más altos de Torrelavega –once plantas–, trataron de hacer vida normal mientras los agentes trabajaban. Los guardias les fueron dando paso mientras iban a hacer recados, tirar la basura o, simplemente, sacar la mascota a pasear. Eso sí, la preocupación era evidente en sus caras. Algunos familiares de los investigados se personaron en el lugar y protagonizaron momentos de tensión, profiriendo en algunos casos amenazas.

La operación concluyó al mediodía, después de que abandonasen el edificio los últimos guardias civiles, que acompañaban a la autoridad judicial, y el detenido fuese introducido esposado y con rapidez en un coche camuflado aparcado junto al portal. Algunos familiares y vecinos le gritaron palabras de ánimo.

La Policía Nacional detuvo en febrero del año pasado al mismo hombre, de mediana edad y con antecedentes, tras un tiroteo en el mismo edificio. Los agentes intervinieron tras ser alertados por enfrentamientos entre familias. En el operativo, que se saldó sin heridos, fueron intervenidas dos pistolas de bajo calibre. Los policías avisaron a los bomberos porque alguien había lanzado una de las pistolas por un ventana a una zona de difícil acceso.

El Barrio Covadonga también fue noticia a comienzos del pasado mes de julio por un hecho similar. La Policía Nacional detuvo en la ciudad al autor de otro tiroteo, al que acusó de tentativa de homicidio. Los agentes encontraron cinco casquillos de bala en el entorno de la calle Río Ebro y el Paseo Eulalio Ferrer.