Tomate de Cantabria, el del sabor diferente

Violet Jasper, Huevo de Toro, Criollo Argentino, Verde Esmeralda, Piel de Doncella, Primary Colors, Bosque Blue, Chole y Corazón de Buey son algunos de los curiosos nombres que reciben las diferentes variedades de tomate que este fin de semana se muestran en la cuarta edición del Festival del Tomate de Cantabria, una cita con todo lo que rodea a una hortaliza que, según destaca Borja Ruiz, desde Ecológicos Cantabria, «en nuestra región es especial por el tipo de suelo, que es ácido, lo que le da un sabor diferente a otros».

Marián García, de la Huerta de Adrián, en Las Presillas (Puente Viesgo), es una de las productoras asiduas a la cita de Torrelavega. Desde que hace diez años dejó los fogones y el mandil de la cocina del restaurante en el que trabajaba para dedicarse a la huerta, Marián está dedicada al cultivo de tomate y de todo tipo de hortalizas, además de caricos. Invita a probar el producto que vende a todo aquel que se acerca a su stand porque «el tomate hay que probarlo para saber cómo es». Dice que acude a «casi todas las ferias porque son una buena manera de darse a conocer». En su huerta de Las Presillas produce entre 800 y 1.000 kilos de tomate al año.

Los visitantes, que este sábado recorrían el parque para comprar algún producto, participar en un taller o bien asistir a una cata, pudieron también detenerse ante alguno de los cajones que mostraban las plantas de tomate y ver cómo se cultivan. «Todo es de Cantabria, es ecológico y de mis huertas», repetía Borja. En el stand de Ecológicos Cantabria (Renedo de Piélagos) se puede comprar, además de hortalizas y frutas, algunos productos que ellos mismos elaboran a partir de lo que cultivan en su huertas de Puente Viesgo y Escobedo de Villafufre, como el gazpacho o el chutney. E incluso mermeladas y pan que sale directamente de su obrador de Renedo. En cuanto al tomate, cultivan cuatro variedades: Tomate Azul, Yac, Cherry Blue y Tomate de Abanillas. «Hay muchas variedades. Genéticamente se han hecho muchas modificaciones y de ahí que haya tantas». Apunta que son las características de la tierra lo que diferencian uno de otro. «Aquí todo es ácido porque el suelo lo es. Mira que bien se dan productos como el limón o la naranja».

Instalado en el parque Manuel Barquín de Torrelavega, el Festival del Tomate de Cantabria se inauguraba en la mañana de este sábado con la presencia del consejero de Desarrollo Rural, Pablo Palencia, y del alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada. Palencia, que recorrió los puestos y charló con los productores, destacó «la singularidad» de los tomates de Cantabria que cuentan con el sello distintivo 'CC Calidad Controlada' que otorga la Oficina de Calidad Alimentaria (Odeca), una distinción que poseen ya cerca de una veintena de productores. Se refirió también a la transversalidad de este tipo de eventos y su vinculación con la «enorme calidad de la gastronomía de Cantabria».

Junto a los horticultores cántabros, a la cita de Torrelavega han acudido productores de otros puntos del país como Francisco Felipe, de La Huerta Ecológica de El Escorial (Madrid), cuyos tomates han obtenido distintos premios en las tres ediciones anteriores del festival. Según explica, en sus huertas cultivan tres variedades: Negro de Petones, Sonrosado de Robledillo de la Jara y Enano de Aranjuez, además de otras cuatro variedades internacionales. «Es curioso que un producto que vino de México ahora sea en Rusia donde se producen algunas de sus mejores variedades», como el Negro de Crimea y el Orejas de Burro.

El precio, el sabor y las condiciones en que se cultiva son los factores que influyen en el comprador a la hora de decidirse por un tomate u otro. Los productores coinciden en señalar que es el precio por lo que primero se interesa el consumidor para después detenerse en el aspecto que presenta el producto, en su sabor y en la manera en que se ha cultivado. «Cada vez hay más personas que te preguntan si el producto tiene tratamiento químico o no, pero todavía queda mucho por hacer», señala Felipe.

Junto a los tomates 'made in Cantabria' quienes hoy y mañana visiten el parque Manuel Barquín también pueden comprar una amplia variedad de alimentos de los productores de la región. Maribel Sánchez, de la quesería La Brañuca de Bejes, acude por primera vez con «el queso que hemos hecho toda la vida». Considera que festivales, ferias o citas como la de Torrelavega son las que «nos dan a conocer, la gente nos conoce y luego te busca». Gabriel Quintanal, de la bodega Viña Carmina, de Puente Viesgo, es de la misma opinión y, como veterano en un cita a la que es fiel desde su primera edición, destaca «su buena organización y el apoyo que le da el Ayuntamiento», lo que al final se traduce en «unas buenas ventas». En su estand presenta vinos, vermús y destilados que elabora en Vargas y vende en Puente Viesgo.

El Festival del Tomate continúa este domingo con el mercado agroalimentario que abre sus puertas a las 10.00 horas, y actividades como charlas, talleres creativos y showcooking.

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