

Secciones
Servicios
Destacamos
El sector de la construcción de viviendas también ha dicho adiós a su largo letargo en el casco urbano de Torrelavega. Una grúa delata su ... presencia en la confluencia de las calles Pomar y Juan José Ruano, muy cerca de la Plaza de La Llama. Son dos promociones pequeñas, alejadas de los excesos que provocaron el estallido de la burbuja inmobiliaria en la primera década de este siglo. Los pocos constructores que sobrevivieron al 'ladrillazo' deben extremar la precaución para rentabilizar sus inversiones en una ciudad industrial que vive su particular transición económica, una crisis que parece interminable.
José Luis Ruiz Pelayo, propietario de Inmobiliaria Pelayo, con más de 40 años de experiencia en el sector, es uno de los «valientes» que ha decidido dar un paso al frente. Está levantando un edificio de dieciocho viviendas que espera entregar antes de final de año. En 2023 hizo lo mismo con ocho chalés muy cerca de allí, entre Miravalles y La Llama.
«Esos pisos tan céntricos ya tendrían que estar vendidos, pero la economía de Torrelavega no está boyante. El sector va al ritmo de la ciudad y cuesta sacar adelante las promociones», explica Ruiz Pelayo, que ya piensa en su siguiente obra, más cerca de la costa, donde las cosas marchan mejor.
Preguntado por las novedades en esta etapa, el veterano empresario afirma que los precios de las viviendas han bajado en Torrelavega, pese al incremento de los costes, especialmente de los materiales. Y rápido surge la comparación con lo que ocurrió hace década y media: «Aquellos precios eran una locura y lo vendíamos todo. Ahora tienes que andar con pies de plomo y hacer muchos números. Aquello fue muy fuerte, estalló la crisis y todo se paralizó».
Las claves
Los primeros pisos se levantan en la confluencia de las calles Pomar y Juan José Ruano
Las empresas se quejan de falta de rentabilidad en las obras que se ejecutan en la capital del Besaya
Frente a la recuperación que muestra el sector en la costa, Ruiz Pelayo afirma que en el interior «es otra cosa». «Por desgracia –señala–, Torrelavega ya no es lo que era y si la gente no tiene trabajo poco puede gastar. La ciudad está en una etapa de transición de la que la va a costar salir. Cada día se cierra algún local». Como tantos emprendedores, lamenta la poca ayuda que recibe de la administración más cerca: el Ayuntamiento. Pone como ejemplo que siguen a las espera del nuevo Plan General de Ordenación Urbana, que se está tramitando desde hace dos décadas.
Manuel Gómez Estrada es el otro promotor que ha decidido abrir camino en esta nueva etapa. A través de la empresa Dolmecán, va a levantar un edificio de diez viviendas. Él tampoco olvida el 'ladrillazo': «Todas las empresas se vieron afectadas. Habían comprado suelo a precios desorbitados. Aquella crisis se llevó por delante al sector».
Tras una larga travesía del desierto, en la que algunas empresas se dedicaron principalmente a la rehabilitación, han surgido los primeros brotes verdes en la ciudad, pero Gómez Estrada no es optimista: «En Torrelavega no se construye porque no es rentable». Él intentó primero vender suelo, pero no lo consiguió. Pone un ejemplo de lo que ocurre: «La finca en la que voy a promover ahora vale un 25% de lo que costó. Aquí no hay rentabilidad en la construcción y los motivos son muy amplios».
El empresario recuerda que nada más terminar la pandemia se produjo una leve recuperación, pero fue en el extrarradio: «La gente tenía ganas de casas con terreno y se hicieron algunas promociones y rehabilitaciones en los pueblos y barrios. Se compraron casas que llevaban más de treinta años a la venta».
Sigue habiendo constructores «con terrenos e incluso licencia», pero pocos inician una obra. «Ahora rentabilizar una promoción es mucho más complicado. Para evitar los excesos se hizo la nueva ley hipotecaria y, por ejemplo, para que te den un préstamo tienes que tener al menos el 50% de las viviendas vendidas sobre plano». También tiene clara la diferencia entre la costa y el interior: «Hoy en Suances se está vendiendo a los precios de Santander. La demanda es brutal».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.