Secciones
Servicios
Destacamos
La crisis de materiales y la subida de precios vertiginosa que desde el año pasado afecta a todas las administraciones han convertido el proyecto del Hogar del Transeúnte y, sobre todo, su memoria económica valorada en 1,6 millones, en un documento obsoleto e ... inabordable por parte de la adjudicataria, Ascán, y su cliente, el Ayuntamiento de Torrelavega. La coyuntura ha llevado a las partes a un callejón sin salida: la primera no puede asumir los gastos de la obra ni ejecutarla porque perdería dinero, dada la inflación; la segunda tampoco ha podido modificar el convenio para actualizar los costes. La solución: rescindir el contrato con un acuerdo amistoso y, a literalmente contrarreloj, convocar un concurso público para encargar los trabajos restantes cuanto antes. Si la obra no está terminada este año, Torrelavega perderá 826.759 euros en fondos europeos.
Los informes técnicos del Consistorio ven la rescisión del contrato con Ascán como la única salida para liberar el Hogar del Transeúnte de la surrealista ratonera en la que había caído desde hacía, como mínimo, medio año. El contrato fue suscrito en noviembre de 2021, con un plazo de ejecución de 14 meses -finalizado el pasado febrero- y también en un contexto difícil de pandemia e incertidumbre, pero la escalada de precios desatada tras la guerra de Ucrania ha fundido cualquier atisbo de beneficio para la adjudicataria.
Desde que la firma solicitó la revisión de precios hace meses y el Consistorio la rechazó, ese contrato tenía los días contados: desde el punto de vista de la compañía, que evidentemente no está dispuesta a perder dinero; y del Ayuntamiento, que tampoco puede prolongar el acuerdo con este desequilibrio económico sobre la mesa -sería enriquecimiento ilícito de la Administración-. La decisión está tomada y las partes rescindirán la relación de forma amistosa en los próximos días.
El convenio se termina, pero no el proyecto. El Ayuntamiento se ha propuesto a tramitar un proceso de licitación tan rápido como sea posible y encargar los trabajos que faltan por hacer de inmediato para que, antes de finalizar agosto, según informan fuentes municipales, el proceso esté en marcha y recibiendo ofertas de las empresas aspirantes. Ascán deja hecha una parte importante, dicho sea de paso. A pesar de la parada crónica en la que ha caído la obra, la edificación, la parte mollar de este inmueble de cinco plantas, está terminada.
La fase siguiente, la fachada, debería comenzar tan pronto como se adjudique el nuevo contrato. Ahora empieza una cuenta atrás de cinco meses fundamental para que el dineral de los fondos de la UE no se pierda por el sumidero. A priori, todo hace pensar que el desafío es más una quimera que un objetivo razonable. Ni la maraña administrativa que ahora empieza ni las obras que se ejecutarán después llevan al optimismo, todo a pesar de que el Consistorio inició en abril la tramitación del equipamiento, para rascar segundos al reloj.
Dos años después de su plasmación sobre el papel, el Hogar del Transeúnte ha pasado de ser una iniciativa ilusionante a un auténtico dolor de cabeza. De los papeles a la realidad, se intuyen las cinco plantas del edificio, pero no el centro de acogida moderno y 100% equipado que prometía dar relevo a su predecesor -el de las monjas franciscanas, que dedicaron treinta años (1985-2019) a acoger a las personas sin hogar en esa misma calle-. Su centro cívico, el albergue o las zonas de alojamiento temporal son todavía una promesa, igual que su cocina, su despacho, la lavandería, el salón, el comedor... Entre tanto, el servicio lo presta Cruz Roja, que atendió a 390 personas sin hogar sólo el año pasado.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.