Torrelavega avala la estabilidad del Palacio y no alquilará más sedes para los funcionarios

Estas oficinas, las de la antigua la Cámara de Comercio de Torrelavega, las compró la Administración municipal precisamente para eso. Las adquirió por 761.248 euros; después, invirtió 1,1 millones en su recuperación y adecuación, de la mano de la UTE de Llorente Electricidad y Cuevas Gestión de Obras. Esas tareas empezaron el pasado otoño con diez meses de plazo, unos tiempos que ya entonces empezaron a poner en entredicho la utilidad de la mudanza a Berta Perogordo. La adecuación de aquel espacio provisional, un viejo local de Antigüedades Maestre, venía sufriendo problemas desde hacía tiempo. De hecho, por esa reforma y por el dinero invertido en ella en los últimos meses han preguntado los grupos de la oposición. También este periódico. Cuando las obras en La Llama empezaron, la Concejala de Recursos Humanos en esta legislatura, Laura Romano, insistía en que el traslado a Berta Perogordo se haría efectivo a pesar de todo. «En cuanto se solvente esa tramitación y el proceso de licitación pondremos en marcha el traslado», avanzó entonces.

Ahora, los técnicos del Ayuntamiento rebaten esa tesis de forma definitiva en una resolución en la que, de hecho, deciden no adjudicar el contrato administrativo de 'Alquiler local para dependencias municipales del Ayuntamiento de Torrelavega'. Y, en unas líneas, resumen todo el asunto: «La necesidad de la Administración a la que se pretendía dar satisfacción era la de reubicar las oficinas municipales que actualmente se encuentra en el Palacio Municipal en un local hasta que se determinara su ubicación definitiva, debido al mal estado en el que se encontraba el Palacio. Sin embargo, debido a la estabilización del actual Palacio y a la futura apertura de la Cámara de Comercio, ha desaparecido el interés público que sirvió de fundamentación para el inicio del expediente de contratación».

Los propios técnicos del Ayuntamiento fechan el traslado de los funcionarios a La Llama en «junio de 2024», atendiendo a los diez meses de plazo de ejecución. Tiempos al margen, antes o después, se mudarán aquí no solo los trabajadores de Recaudación y los grupos políticos sino la Oficina de Atención Ciudadana -ventanilla- y la celebración de los actos solemnes, como las bodas.

No así los plenos. La idea es mantener las sesiones en Baldomero Iglesias, donde trabajan los técnicos, secretarios y demás personal básico para el desarrollo de estas citas. La faceta más administrativa seguirá en la Plaza Roja; La Llama, por su parte, se orientará a una rutina más funcional para todos esos servicios que, hasta ahora, venían siendo complejos de cobijar en los últimos años. Ventanilla, bodas, el registro... El objetivo es que la antigua Cámara cobije un punto de atención al público mucho más cómodo para los vecinos.