Torrelavega contrata la cubierta del colegio Menéndez Pelayo dos años después de licitarla

El Ayuntamiento de Torrelavega ha anunciado la formalización del contrato para ejecutar la obra de cubrición de la pista deportiva del colegio Menéndez Pelayo casi dos años después de licitar los trabajos. El proyecto quedó bloqueado tras advertir los técnicos de la Consejería de Educación de falta de seguridad en la obra, que, finalmente, ha sido adjudicada a la empresa Senor con un presupuesto de 368.141 euros y un plazo de ejecución de cinco meses.

El Ayuntamiento pactó con el Gobierno regional el pasado mes de diciembre realizar nuevos estudios técnicos que garantizasen la seguridad de los trabajos. «Ahora está más cerca de ser una realizar», señaló entonces el primer teniente de alcalde y concejal de Obras Públicas, José Luis Urraca, tras entrevistarse sobre el terreno con la directora general de Innovación e Inspección Educativa, María Mercedes García Pérez, y técnicos de ambas administraciones.

Urraca recordó que la instalación de la cubierta, similar a las realizadas en otros colegios de Torrelavega, es una demanda de la comunidad educativa que asumió el Consistorio redactando el proyecto. En la citada reunión se analizó cómo resolver las carencias del mismo para poder ejecutarlo y se decidió, entre otras actuaciones, realizar nuevas catas para verificar el estado de la cimentación de los edificios colindantes a la cubierta.

En sus informes negativos, los técnicos de la Consejería consideraban que la proximidad de la cubierta a los edificios del centro educativo impediría el acceso de los bomberos, sin que tampoco se aportase en el proyecto la justificación del cumplimiento de la normativa de protección ante los incendios. También observaron que el «escaso» patio escolar del Menéndez Pelayo perdería «funcionalidad» para su utilización como tal.

Además, advertían de que la ejecución de la cimentación y la obra en general afectaría a los edificios existentes por su proximidad, especialmente al inmueble más antiguo. Esto conllevaría la ralentización de los trabajos al tener que ejecutarlos «a tramos y con apuntalamiento de muros de fachada y encarecimiento de la obra».

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