Torrelavega contrata la demolición de cuatro almacenes y garajes en Campuzano

El Consistorio ha adjudicado a la empresa Palomera la demolición de las citadas edificaciones en 19.299 euros, siendo el plazo de ejecución de dos meses. Palomera hizo la mejor oferta de las siete que se presentaron. Se trata de la Unidad de Actuación C-2, que, como tantas otras, quedó paralizada tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, hace más de una década.

La promotora Urbanizaciones Costa Cantabria tramitó en los primeros años de este siglo los proyectos de compensación, urbanización y construcción de viviendas en esta parcela de Campuzano, que, tras quedar en desuso, fue escenario de las fiestas del pueblo durante varios años. Una vez iniciada la crisis económica, en la finca no se desarrolló nada de lo previsto en el planeamiento urbanístico del municipio, ni de las licencias en base a él concedidas.

El Ayuntamiento considera que esta actuación es vital para la integración de los barrios de Nueva Ciudad y Covadonga, a través del viejo y diseminado casco urbano de Campuzano, poniendo un poco de orden en una zona deprimida de la ciudad, sobre todo tras la reciente construcción de un bloque de viviendas de protección oficial que ha permitido urbanizar el entorno.

Los terrenos ya no son propiedad de la promotora que inició el procedimiento -quebró en 2012-, sino de la Sareb, contando el Consistorio con la autorización de ésta para realizar el derribo de las edificaciones e impulsar la gestión de la parcela por el sistema de Cooperación, en lugar del inicial de Compensación. Los inmuebles a demoler son cuatro pequeños edificios en planta baja, destinados a garajes y almacenamiento de herramientas y trastos. El de mayor tamaño es utilizado como refugio para caballos. Entre edificaciones y cerramientos suman 1.779 metros cuadrados.

La empresa adjudicataria de los trabajos deberá tomar medidas de seguridad por la presencia de amianto en la cubierta de los almacenes y garajes. Un trabajo en altura que tendrá que hacerse de forma manual y cumpliendo la legislación vigente para la retirada del fibrocemento y la posterior gestión por una empresa especializada. Antes de la demolición, se procederá también al vallado del recinto de trabajo.

El entonces concejal de Urbanismo, José Otto Oyarbide, anunció en 2018 que el Ayuntamiento iba a trasladar a la Sareb su decisión de cambiar el sistema de gestión urbanística de la parcela, por considerar que era necesario para el desarrollo de Campuzano. Oyarbide indicó que se trata de una zona residencial «ideal» para la construcción de viviendas unifamiliares o promoción de pisos, en un entorno «tranquilo y bien comunicado».

El edil recordó que la crisis provocó que pueblos como Campuzano se quedasen sin poder habilitar nuevos viales, aparcamientos y zonas verdes. Oyarbide hizo hincapié en que esta actuación municipal permitirá comunicar mejor el centro del pueblo con los Jardines de la Vega, Ciudad Vergel y Nueva Ciudad, contribuyendo así al desarrollo urbanístico de una localidad como Campuzano, necesitada de «este tipo de iniciativas».