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Hace cinco meses, Cantabria era la única comunidad autónoma de España sin una sala especial de declaraciones judiciales, las llamadas salas Gesell; hoy, los juzgados cántabros cuentan con dos estancias de estas características, cámaras habilitadas a la toma de declaración de personas protegidas o vulnerables (víctimas o testigos de abusos, por ejemplo) y que, gracias a su división en dos espacios separadas por un vidrio de visión unidireccional, permiten desarrollar la toma de testimonios sin que la figura del analista o del observador repercuta en estos trabajos, fundamentales para el correcto desarrollo de los procedimientos. La carencia de los juzgados cántabros en este sentido venía siendo un clamor demandado desde hace tiempo por distintos colectivos judiciales (Memoria Judicial del TSJC, Fiscalía...), una precariedad que cobró aún más trascendencia en mayo de 2023, tras la absolución de un monitor acusado de tocamientos a una niña de 5 años precisamente, lamentó la Audiencia Provincial entonces, por la falta de una sala de estas características.
Más de un año después, la Administración cántabra cuenta no con una, sino con dos salas Gesell. Tras la inauguración de la primera en febrero, en el complejo judicial de Las Salesas de Santander, este miércoles ha llegado el turno de la segunda, en Torrelavega, y no sin referencias por parte del Gobierno de Cantabria a todos estos antecedentes. «Inexplicablemente Cantabria era la única comunidad autónoma que no tenía una sala Gesell. Es incomprensible la falta de medios que durante los últimos años han estado teniendo los jueces, fiscales y magistrados para hacer su trabajo. Y es incomprensible además porque se ha dejado desprotegidos a los menores víctimas de abusos sexuales, a las mujeres víctimas de violencia y a las víctimas en general», ha manifestado la consejera de Presidencia e Interior, Isabel Urrutia, antes de calificar estos espacios como un «instrumento fundamental» para «garantizar una prueba preconstituida», el desarrollo de la rutina de los trabajadores y, sobre todo, la toma de declaraciones a un testigo vulnerable sin que este «tenga que verse declarando varias veces» a lo largo del procedimiento.
Las alusiones a la ausencia de salas Gesell en anteriores legislaturas sigue a las críticas del nuevo Gobierno popular al ejecutivo saliente de PRC-PSOE, a finales del año pasado. La Administración Buruaga viene siendo muy crítica con la falta de avances de regionalistas y socialistas en los últimos compases de la anterior legislatura, máxime teniendo en cuenta que, días antes de las elecciones, hubo voces prometiendo que se estaba ultimando el proyecto para la instalación de dichas infraestructuras. El PP asegura que ninguno de estos avances existían cuando entró a gobernar y, de hecho, niega cualquier trámite al respecto.
La ausencia de estas cámaras en los últimos años resulta más llamativa teniendo en cuenta la inversión que requieren, según el PP. Este miércoles, Urrutia ha cifrado la actuación en 20.000 euros, antes de repetir que es «inconcebible que no se haya hecho antes». Sea como sea, los juzgados de Torrelavega se suman a la actualización y estrenan estas salas, estancias clave no sólo por la necesidad de un testigo a declarar en un clima de confianza –los relatos pueden diferir unos de otros en función de ese clima–. De hecho, su definición como un recurso clave para «proteger a víctimas y testigos» y también para garantizar los derechos del acusado fue constante este miércoles.
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