Torrelavega inaugura el ascensor de Nueva Ciudad tras casi un año de retrasos

El Ayuntamiento de Torrelavega ha inaugurado este viernes el ascensor panorámico de Nueva Ciudad, una gran estructura valorada en 496.000 euros y llamada a ejercer de interconexión entre el barrio y la Plaza de las Autonomías, históricamente separadas por un desnivel de diez metros equivalente. Ese trecho está salvado ya por la torre metálica estrenada definitivamente este viernes, como han celebrado el alcalde, Javier López Estrada, el primer teniente de alcalde y concejal de Obras, José Manuel Cruz Viadero, y otros tantos miembros de la Corporación municipal, acompañados por vecinos del entorno y amenizados por el Coro Ronda Garcilaso.

«Hará más fácil su día a día», ha declarado el primer edil, antes de calificar este elevador como «el primer elemento de movilidad vertical» que se instala en la ciudad. En la misma línea se ha expresado Cruz Viadero. «Hoy es un día importante», ha celebrado, satisfecho al fin tras levantar una actuación que «mejorará la calidad de vida» de todos los residentes del barrio, «especialmente la de las personas mayores, aquellas con movilidad reducida o la de quienes van acompañados por bebés o niños pequeños». Tras meses de espera, casi un año, el número dos de la coalición ha querido expresar su agradecimiento a los vecinos de la zona. «El mérito principal de que Nueva Ciudad y Nueva Ciudad 2 cuenten con estos ascensores es suyo», ha señalado.

Sus palabras tienen mucho que ver con el contexto que rodea a la infraestructura. Los torrelaveguenses de esta barriada han tenido que esperar mucho para ver el ascensor en funcionamiento. Porque, antes de que los problemas en el terreno y los retrasos condicionaran la inauguración del elevador, pasado el verano de 2020, las primeras previsiones del Ayuntamiento de Torrelavega apuntaban al otoño de 2021. «Si todo va bien», se cuidaba entonces el primer teniente de alcalde y concejal de Obras. Pero no todo fue bien. Las obras empezarían en febrero del año siguiente con vistas a terminar en ocho meses, cerca de octubre. En mayo, sin embargo, el Consistorio topó de frente con el primer bache de la actuación: problemas en el terreno. Con la seguridad del proyecto en jaque, el Ayuntamiento se vio obligado a elaborar un nuevo estudio geotécnico para garantizar las condiciones del firme sobre el que se levanta la infraestructura. Nuevo horizonte: «Finales de 2021».

Una vez que los técnicos salvaron el escollo de los terrenos, los trabajos se reanudaron en julio y el Consistorio anunció que el ascensor panorámico empezaría a dar servicio en marzo de 2022. Pero tampoco. Hace un mes, en junio, cuando las demoras ya eran evidentes, Viadero pedía disculpas a los vecinos y atribuyó parte de estas complicaciones a la huelga del sector del metal. Sólo faltaban algunos detalles -fundamentalmente las mamparas de vidrio de la pasarela de acceso y el revestimiento metálico del ascensor-, pero la escasez de suministros impidió que se cumplieran los plazos otra vez. Este viernes, ocho meses -como poco- después de la primera previsión de inauguración, el Consistorio celebra la apertura de la infraestructura y, sobre todo, su carácter transformador para el día a día de los vecinos.

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