Torrelavega inaugurará en tres semanas sus piscinas de verano tras décadas de espera

Si se han pasado por Santa Ana en los últimos meses, ya habrán visto la metamorfosis que, de la mano de la empresa Fernández Rosillo y tras 1,7 millones financiados con ayuda del Gobierno de Cantabria (300.000 euros), han sufrido estos terrenos hasta ahora desiertos. Las inmediaciones del campo del Tropezón son muy distintas a día de hoy. Donde antes sólo había un suelo inerte, hoy se erigen tres nuevos vasos para refrescarse: uno de adultos, de 500 metros cuadrados; otro de 'chapoteo' orientado a los vecinos más pequeños, de 76; y un tercer vaso infantil, con una superficie de 121 metros cuadrados. El proyecto contempla algo más que unas piscinas, eso sí. A pocos pasos de ahí, en el mismo recinto, los visitantes estrenarán otras tres estancias: desde una cafetería con acceso libre y abierta durante todo el año, para tomar un refrigerio; un vestuario con capacidad para 400 usuarios y donde poder cambiarse; así como un entorno de deportes de playa, dotado con dos campos de arena, una grada, un almacén y una zona verde de hasta 8.000 metros cuadrados.

Y hablando de números. Los precios para acudir a las piscinas y disfrutar de un baño ya fueron avanzados por el Ayuntamiento de Torrelavega hace dos semanas: menores de 6 años, gratis; menores de 16 años, 2 euros/día; mayores de 16 años, 5 euros/día. Abonos (se pueden adquirir exclusivamente con tarjeta ciudadana): familiares, 75 euros/temporada; infantil, 30 euros (menores de 16 años); adulto, 45 euros (mayores de 16 años). La aprobación de dichas tasas fue objeto de polémica entre los partidos en el último Pleno, tanto por la carestía señalada por algunos, la «imposición» de la tarjeta ciudadana, para otros, como por el «olvido» de la zona de Pista Río, uno de los emplazamientos donde las piscinas fueron concebidas en un principio y que, tras la falta de acuerdo con los propietarios de las fincas, terminó descartado por el Consistorio.

Esta transformación del entorno de Santa Ana integra uno de los propósitos de la legislatura en el equipo de gobierno (PRC-PSOE) y es, de hecho, un revulsivo en el que ambos partidos depositan muchas esperanzas para la ciudad. Piscinas y chapuzones al margen, el Ayuntamiento de Torrelavega adquirió en marzo -tras un acuerdo con la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb)- otros 20.000 metros cuadrados de terreno justipreciados en 171.565 euros para construir tanto una bolera cubierta como un gran pabellón deportivo apto para competiciones.

El equipamiento que propone la Ciudad Deportiva de Santa Ana da respuesta tanto a demandas históricas como a una falta de infraestructuras demostrada desde hace años para absorber toda la demanda deportiva, y es mucha, que tiene lugar en Torrelavega. Esa incapacidad para cubrir toda esa sed de partidos atañe sobre todo a este gran pabellón, el primero de Tanos, un complejo cuyos detalles aún están en el aire y que, a tenor de las ideas que barajan la coalición y la Consejería de Deporte, podría albergar encuentros de alto nivel y contar con una grada de hasta 5.000 espectadores.