Torrelavega inicia la 'desescalada' en los recintos deportivos

Ya están abiertas las pistas de tenis y pádel de La Lechera. Para su uso es necesario solicitar cita previa (942897552). Lo mismo ocurre con las boleras, incluida la cubierta (Severino Prieto). Los federados pueden solicitar su uso a través de su club y los demás usuarios deben hacer la reserva (609415158). Los jugadores pueden ir acompañados de un entrenador o auxiliar técnico (armador). La bolera Río Indiana, de La Inmobiliaria, de momento seguirá cerrada porque no tiene un club que la gestione.

El velódromo también ha recuperado la actividad, con aforo reducido y cita previa (942808080). La llamada telefónica no es necesaria en el caso de las pistas de atletismo, situadas en el mismo complejo deportivo. También están al aire libre y ya se utilizan las pistas de baloncesto de La Llama y el Barrio Covadonga, así como la pista de tenis de Los Chopos. Los mismo ocurre con los campos de fútbol de El Malecón y Tanos, a los que acuden los equipos de la Gimnástica y el Tropezón para preparar la fase de ascenso.

Respecto a la piscina y gimnasio de La Lechera, la instalación con más socios (más de dos mil), el concejal de Deportes, Nacho González, ha anunciado que se abrirá la próxima semana, aunque la fecha está por concretar. En la misma situación está el gimnasio del Vicente Trueba. Los pabellones seguirán cerrados, excepto para aquellos deportistas, clubes o entidades deportivas que tengan fases de ascenso o campeonatos nacionales.

También se podrán llevar a cabo los cursos veraniegos de tenis y pádel. La inscripción está abierta (942808080). Sin embargo, una de las actividades más demandadas en la época estival, los cursos de natación, finalmente se han suspendido. En cuanto a las 16 escuelas deportivas, González ha precisado que seguirán «teletrabajando» hasta final de curso (30 de junio) salvo «las de verano» (bolos, MTB y ciclismo) y la de atletismo.

El jueves volvieron a entrenar en el velódromo y en El Patatal los alumnos de la escuela de MTB. Su responsable, Nando Argumosa, reconoce que lo hicieron «con miedo a lo desconocido». Formaron cuatro grupos, de 10 niños cada uno. «Aunque estamos al aire libre y guardamos la distancia de seguridad, siempre existe un poco de temor al virus», afirma. Raúl Gutiérrez, coordinador de la escuela de atletismo, dice que la nueva realidad es «un poco surrealista» y lamenta que el covid-19 les haya «destripado» esta temporada.