Torrelavega mejora la red de agua, pero aún pierde casi la mitad del suministro por fugas

Es más una cuestión de tipo medioambiental, de aprovechamiento hídrico, que económica, según informan desde la empresa pública. La reparación de fugas ahorra costes, sí, pero no sustancialmente, según trasladan los expertos. Donde sí se ahorra dinero para las arcas es a nivel de consumo de reactivos de potabilización y a nivel de coste eléctrico en zonas con bombeos.

Acabar con esas fugas integra una parte importante del esfuerzo empeñado en los últimos años por Aguas Torrelavega. En el marco de estas tareas, la concesionaria dibuja una suerte de 'mapa' con los puntos débiles del ciclo, que se extiende a lo largo de 200 kilómetros de tuberías y de los cuales diez son los que conectan la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) que se ubica en Los Corrales de Buelna con cada uno de los depósitos que abastecen a la ciudad.

Y de ahí llegan a los depósitos de Tanos, Viérnoles, San Bartolomé, Sierrallana, Radillo -Viérnoles-, Cuatro Vientos, La Montaña, Torres, Ganzo y San Ramón -por nombrarlos en orden de capacidad-. ¿Dónde se echan a perder entonces todos estos litros? Más adelante y, de hecho, muy cerca de los vecinos: en las conexiones de la red con las tomas privadas de cada edificio. Es aquí, antes de que el agua llegue al fregadero o la ducha, donde la red municipal adolece de este problema de rendimiento.

Apenas a un palmo del grifo, la ciudad pierde 290.000 litros de agua cada hora, un dato que, para hacerse una idea, dista mucho del que facilitó el año pasado la concesionaria de aguas que opera en Santander, Aqualia: la empresa especialista trasladó entonces pérdidas del 12,8%, a preguntas de El Diario Montañés.

A nivel regional, 2020 es el último año que registra datos sobre este asunto en el Instituto Nacional de Estadística (INE). Y estos son de lo más reveladores: por entonces Cantabria perdía hasta 68 litros por habitante cada día. Y fue, por detrás de La Rioja (78), la segunda comunidad autónoma donde más agua se desperdicia por fugas y averías en sus sistemas de distribución.

Torrelavega trabaja para mejorar la red; y lo está consiguiendo, pero, como municipio de más de 50.000 habitantes, está sujeto a la nueva normativa de calidad del agua, reflejada en el Real Decreto que publicó el BOE el 10 de enero de este año. El Estado establece los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua de consumo, su control y suministro, lo que obligará al municipio a hacer cambios importantes.

Por lo pronto, el Ayuntamiento tendrá que actualizar el programa actual de autocontrol, introduciendo un plan de detección y medidas ante fugas estructurales de agua de consumo. Asimismo, y dentro de las medidas preventivas y correctivas, la Administración deberá tomar otras cautelas: desde adquirir equipos de prelocalización de fugas y formar en materia de detección, hasta instalar válvulas reguladoras de presión, entre otras metas.