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El Ayuntamiento de Torrelavega prepara una batería de medidas para modernizar cuatro aparcamientos disuasorios y, con ello, contribuir tanto a la descongestión del tráfico en la ciudad como al impulso de otras formas de movilidad –desde el uso de transporte público al de vehículos eléctricos–. ... La idea parte del proyecto para impulsar la 'Smart City' en Torrelavega, en el marco del Plan de Sostenibilidad Turística, afecta a cuatro aparcamientos: el de La Carmencita; el proyectado junto al Mercado de Ganados, el de Pintor Varela y el de La Lechera. Estos, principales lugares de estacionamiento público con más de 1.200 plazas en total, estrenarán cargadores de modelos eléctricos y, además, sistemas de control en entradas y salidas, «optimizando» la utilización de las plazas, «reduciendo los tiempos de búsqueda» y «mejorando la fluidez del tráfico especialmente en zonas como el centro histórico».
Son las metas que marca el pliego del proyecto, recién sacado a concurso público. Este incluye toda una serie de medidas adicionales –como la instalación de sensores de seguridad en el carril bici de Duález o la colocación de cartelería digital turística–, todo por un presupuesto de licitación de 812.247 euros. Casi un tercio de ese dinero, 230.460, está reservado para la puesta al día de los aparcamientos.
Menos vueltas en busca de una plaza, menos coches por ahí y, en consecuencia, más fluidez en el tráfico de la ciudad. Para conseguirlo, el Consistorio monitorizará en tiempo real el uso de los aparcamientos mediante cámaras de vigilancia. Serán doce, para el conteo y lectura de matrículas; y ocho más, para el control del aforo en el interior –sin contar otros indicadores y paneles en distintos puntos del municipio–. Estos estarán centralizados en un 'software' que permitirá informar a los vecinos.
Control de accesos al margen, otro de los puntos clave para el impulso de la 'Smart City' en términos de movilidad es el de la ampliación de puntos de cargadores. Aquí los aparcamientos también jugarán un papel importante, ampliando esta red -que dispone hoy de cuatro puntos hábiles- con doce nuevas estaciones de carga –seis en La Carmencita; cuatro en el aparcamiento del Ferial; uno en La Lechera; y otro en Pintor Varela–. Con este despliegue, el Consistorio se propone avanzar en los retos de movilidad verde, «mejorando la calidad del aire urbana y, consecuentemente, la calidad de vida de los ciudadanos y visitantes».
Cuatro historias distintas
Cada uno de los cuatro aparcamientos afectados está de actualidad y pasa por un momento distinto. El de La Carmencita será el espacio de estacionamiento más importante de Torrelavega en apenas dos meses, tras su inauguración «en febrero», según el Ayuntamiento. Dotado con 539 plazas, su papel se presenta clave para conocer no sólo el comportamiento del tráfico tras este desahogo clave para el déficit de plazas, sino también las políticas para gestionar el mismo.
Una vez inaugurado, el Consistorio empezará a tomar nota de su uso para determinar, finalmente, cuál es el modelo de gestión. Todo lo que han avanzado hasta ahora PRC y PSOE es su intención de encontrar un equilibrio entre la gratuidad, «garantizada», y la rotación, evitando que se convierta en un «garaje».
La previsión es que este sistema de gestión se extienda también al otro gran revulsivo en materia de movilidad:el aparcamiento del Ferial. Este, con otras 220 plazas, seguirá construyéndose a lo largo de los próximos meses con vistas a su apertura a finales de año, según el Gobierno regional –que paga la obra–.
Para entonces, puede que el futuro del aparcamiento de Pintor Varela, con 380 plazas, esté más claro que hoy. Salió a a subasta hace unos meses y, desde entonces, tras quedar desierta esa operación, el Ayuntamiento viene tratando de negociar su compra para garantizar su uso como pulmón para el estacionamiento.
Aparcar en La Lechera, aunque más lejos del centro, también ha terminado siendo muy útil, sobre todo tras el cierre temporal de la finca de La Carmencita. El uso de sus más de cien plazas parece seguro, al margen de esto, teniendo en cuenta la transformación del antiguo recinto ferial. La idea es que cuando este sea un museo y centro cultural, más coches sigan acercándose aquí.
Las obras para cubrir la pista deportiva del colegio Menéndez Pelayo ya dejan ver un avance claro tras unas semanas de trabajo. A comienzos de diciembre, los operarios de la empresa adjudicataria (Senor) han puesto fin a una parálisis de este proyecto, bloqueado hace algo más de un año por orden del Gobierno de Cantabria, exigiendo la realización de nuevos estudios técnicos para garantizar la seguridad de la obra. La previsión es que la nueva cubierta esté completamente finalizada el 28 de febrero. Si esos plazos se cumplen, el Menéndez Pelayo estrenará su flamante pista deportiva apenas unos días antes de celebrar su centenario.
Valorada en 368.141 euros, la actuación se enmarca en el compromiso del Ayuntamiento de ir cubriendo las pistas deportivas de los diferentes colegios públicos de Torrelavega, permitiendo jugar así a los niños sean cuales sean las circunstancias meteorológicas. En este caso, en particular, el inicio de las obras ha tenido regusto especialmente positivo para los responsables del equipo de gobierno (PRC-PSOE), empezando por el concejal de Obras, José Luis Urraca:«Cumplimos con una demanda de la comunidad educativa y que estuvimos encantados de hacer nuestra y convertirla en realidad», se enorgullece.
Entrando un poco más en detalle, el plan de obra consiste en la instalación de una gran cubierta de madera y policarbonato. Su 'esqueleto' ya ha quedado levantado;también ha sido derribado uno de los muros del perímetro, de cara a su uso por parte del resto de vecinos.
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