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Luis Palomeque
Torrelavega olvida el estudio arqueológico del trazado del desvío del tren y encarga un contrato urgente

Torrelavega olvida el estudio arqueológico del trazado del desvío del tren y encarga un contrato urgente

Aguas contrata labores de exploración por el posible valor patrimonial del área afectada, lugar donde la presencia de yacimientos fue tildada de «probable» por Adif hace seis años

Javier Gangoiti

Torrelavega

Sábado, 2 de diciembre 2023, 01:00

La empresa pública Aguas Torrelavega ha contratado trabajos de exploración arqueológica para analizar el trazado del futuro desvío del tren, la vía auxiliar, que absorberá el tráfico desde La Inmobiliaria hasta el entorno de La Lechera mientras las vías se soterran. El Ayuntamiento, que organizó un acto por todo lo alto con caras del Gobierno regional y central hace unas semanas sin haber prestado atención a esta cuestión, tendrá que hacer una prospección intensiva y a pie de obra de ese perímetro del arco norte mientras esta estructura se construye, un trabajo de vigilancia que es de obligado cumplimiento por la Ley del Patrimonio Cultural de 1998 y del que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) -a través de Gaem Arqueólogos- ya aviso en su estudio arqueológico hace seis años (2018). La entidad que preside Blanca Rosa Gómez Morante contrata esos trabajos ahora, tras recibir el escrito de un ciudadano advirtiendo de dichas cautelas.

Hasta hace unos días, que armó el proceso de contratación, la empresa de Aguas iniciaba la obra de reposición de tuberías pasando por alto todas estas cuestiones; hoy, la propuesta de adjudicación de este convenio urgente -un contrato menor- sitúa al arqueólogo cántabro Rafael Bolado como el experto elegido para velar por la conservación del patrimonio histórico que las máquinas pudieran topar.

Claves

  • Aviso sin éxito Adif anticipó la necesidad de ejecutar un análisis del área afectada por la vía provisional hace seis años

  • Normativa autonómica El municipio está obligado a encargar el estudio de la zona, cumpliendo la Ley del Patrimonio Cultural

  • Gómez Morante «Hay proyectos que deben trabajarse con antelación para luego no encontrarnos con una sorpresa»

El encargo de estas labores por parte del Ayuntamiento abre una ventana de posibilidades sobre el valor de la zona. Adif, que sí cumplió con su deber de analizar la zona hace más de un lustro arrojó algunas conclusiones interesantes. En su estudio arqueológico aseguró dos cosas: por un lado, que el potencial arqueológico del área «no es muy alto»; y por otro, y aunque pueda resultar contradictorio, que «es probable la existencia de yacimientos o evidencias arqueológicas en las zonas directamente afectadas por el proyecto».

Hace seis años, inmediatamente después de aquel diagnóstico, Gaem calificó de «necesaria» la realización de «un seguimiento arqueológico durante la fase de construcción de las obras proyectadas»; desde el Ayuntamiento -y el Gobierno de Cantabria- se han escrito ríos de tinta sobre el soterramiento desde entonces y ninguno de sus comunicados se ha acordado o ha hecho referencia a este asunto.

De ahí las palabras de la presidenta de Aguas y portavoz de Torrelavega Sí, Blanca Rosa Gómez Morante, a preguntas sobre el tema: «Hay determinados proyectos que deben trabajarse con antelación para luego no encontrarnos con una sorpresa», lamenta la exalcaldesa, antes de declarar que, como partido, «desde Torrelavega Sí», pidieron al equipo de gobierno que «se analizaran todos los elementos afectados por el proyecto». De encontrar algo en el marco de esa vigilancia, Gómez Morante asegura que debería mantenerse en «condiciones magníficas». por parte de la Administración municipal.

Gómez Morante sitúa la zona más susceptible en el trecho que separa las pistas de skate del pabellón Sergio García. Según describe la solicitud que ha recibido Aguas, en la zona hubo algunas infraestructuras de calado histórico entre el siglo XVIII y el siglo XX, documentadas y conocidas.

El escrito empieza citando una presa y un canal que, al menos desde el siglo XVIII, se hallaba metros antes del viejo puente de Torres y la desembocadura del Besaya en el Saja. Hasta mediados del siglo XX, dicho canal y sus ramales fueron utilizados y aprovechados por distintos molinos e industrias. Molinos harineros, industrias alimentarias, fábricas de hielo, químicas...

Pero, según esa documentación, la más importante habría sido la Fábrica de Hilados del Duque del Infantado, promovida entre 1796 y 1798 por el político y militar Pedro de Alcántara Álvarez de Toledo y Salm-Salm, XIII Duque del Infantado y descendiente de Doña Leonor de la Vega y el Marqués de Santillana. Esa firma, la «primera industria textil de Cantabria», llegó a emplear a «300 personas» durante su efímera trayectoria, malograda por la Guerra de Independencia.

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