Torrelavega pasa lista a sus aves

Los datos, que se han hecho públicos con motivo de la reciente celebración del Día Mundial de las Aves, reflejan que Torrelavega es mucho más que un abigarrado casco urbano rodeado de naves industriales. El municipio cuenta con diversidad de hábitats, desde las zonas agrícolas y ganaderas de la periferia a las masas arboladas y las cumbres de la sierra del Dobra. También son importantes cauces fluviales, que han mejorado mucho en las últimas décadas.

Fruto de todo ello es que SEO/BirdLife ya ha detectado 90 especies de aves en Torrelavega, de las que 75 están reproduciéndose en el municipio. Dos terceras partes corresponden al grupo de los paseriformes, conocidos popularmente como pájaros. Las aves más comunes son, por este orden: mirlo común, curruca capirotada, chochín paleártico, carbonero común, jilguero europeo, petirrojo europeo, paloma torcaz y gorrión común. Y las más escasas: alcotán europeo, avión roquero, avión zapador, azor común, buscarla pintoja, codorniz común, colirrojo real, curruca rabilarga, escribano cerillo, lavandera boyera, martinete común, oropéndola europea, picamaderos negro, pico menor, tórtola europea, chorlitejo chico, chotacabras gris y martín pescador.

Juan Manuel Pardo de Santayana, técnico de SEO/BirdLife, recuerda que Torrelavega Conexión Natural es uno de los 37 proyectos destinados a la naturalización de ciudades españolas. Tiene varias líneas de actuación, pero el objetivo es el mismo: hacer de la capital del Besaya una urbe «más habitable y mejor preparada para el cambio climático». La intervención estrella consistirá en la restauración del parque de Las Tablas, conocido popularmente como El Patatal.

Pardo de Santayana señala que la participación de SEO/BirdLife consiste especialmente en el asesoramiento medioambiental, que en este proyecto «lo empapa todo». El técnico explica cómo surgió la idea de hacer el primer Atlas de las Aves de Torrelavega: «En la realización de este tipo de proyectos es muy importante tener un punto de partida y una idea clara de cuáles son las áreas clave en cuanto a la riqueza medioambiental del municipio. Las aves son, sin lugar a dudas, unos grandes indicadores de estado de salud de un hábitat».

Sobre los primeros datos extraídos del análisis del trabajo de campo, afirma que muestran una importante diversidad de aves y empiezan a desvelar cuáles son los puntos de «mayor intensidad» y las especies que requieren una mayor atención en el seguimiento de las poblaciones. Entre las más comunes, destaca el mirlo y la curruca capirotaca, junto a otras especies típicas de zonas ajardinadas y ambientes rurales, como el gorrión común, que aún se mantiene en buen número. Entre las más escasas, resalta un par de pájaros carpinteros, el picamaderos negro y el pico menor, de los que solo se ha detectado una pareja reproductora.

Según Pardo de Santayana, estos datos son el punto de partida de un conocimiento que «debe evolucionar» y que servirá de indicador para saber qué zonas deben ser más protegidas por su importancia de cara a la conservación del patrimonio natural. «La evolución de las poblaciones también nos informará de si estamos haciendo correctamente las acciones para fomentar la biodiversidad», afirma.

El naturalista incide en que la existencia de diversos ambientes en este territorio les ha permitido descubrir gran variedad de especies y el estudio continuará la próxima primavera: «Llevaremos a cabo nuevas visitas a las cuadrillas de 500 por 500 metros en las que hemos dividido el municipio. Los resultados de estos muestreos se sumarán a los de este año y, tras su análisis, darán lugar al atlas de las aves nidificantes de Torrelavega».

Pardo de Santayana también hace hincapié en que para la realización de este estudio cuentan con la colaboración de diversos aficionados a la ornitología. A la iniciativa también se han sumado escolares. De cara al futuro, cree que una medida acertada sería la elaboración de una red de reservas que otorguen una figura de protección a las zonas que «han mostrado una importante diversidad y la existencia de especies de singular interés».