Torrelavega reanuda las obras de la Tecnoteca, que abrirá a finales de año

Por eso no hay tiempo que perder. El Ayuntamiento se ha empezado a volcar en el inventariado concreto del nuevo espacio. Hacen falta ordenadores, juegos, impresoras, pantallas... Muchas cosas. La redacción de esa lista ya ha sido contratada a los servicios de la arquitecta Clara Uzquiza, por 7.718 euros, paso previo a la compra propiamente dicha de todos esos enseres necesarios para abastecer el edificio.

Entre tanto, despachos al margen, las labores de Ascán se reanudan sobre el terreno -situado detrás de los nuevos edificios de la Fundación Asilo- y comenzarán de una forma mucho más acelerada a partir de este lunes. Si han pasado por ahí ya se habrán dado cuenta: aún hay muchísimo trabajo por delante. Salvo la excavación del suelo -la futura planta baja de la Tecnoteca-, no hay ni un solo ladrillo colocado en la zona. Y hay unos cuantos por poner todavía, a tenor de las tres plantas que, como refleja el pliego de condiciones, elevarán la fachada del inmueble.

Si eso se termina reflejando sobre el terreno, la Tecnoteca terminará teniendo tantas alturas como zonas diferenciadas (3), dos de ellas enmarcadas en el interior de la instalación: desde un área de juegos, con predilección especial por las nuevas tecnologías -estudio de grabación, foro de videojuegos electrónicos con escenario, pantalla y graderío para 25 visitantes, sala de informática con medio centenar de equipos, espacio 'maker' con área de impresión 3D, control numérico...- además de mesa de billar, un futbolín o distintos juegos de mesa; hasta algunos espacios polivalentes, con sala de proyecciones para 50 personas, charlas o exposiciones.

El tercer núcleo se ubicará en el exterior y estará mucho más orientado al deporte. No sólo por la piscina -y zona de sol- que habrá en la cubierta sino también por la pista de skate y el rocódromo que llenará la zona de escaladores. ¿Después de sudar la camiseta? Una ducha cae seguro, en los aseos y vestuarios; y hasta puede que incluso un refrigerio, en la cafetería. Ante la duda, siempre que estén demasiado cansados, los usuarios podrán hacer uso del ascensor para moverse a través del recinto.

El proyecto de la Tecnoteca es, además de un guiño claro a las nuevas generaciones de la comarca, una obra marcada en rojo en esta legislatura y con una prometedora vida por delante. Las palabras de López Estrada y los políticos que le acompañaron aquel 19 de julio, con el inicio de los trabajos, hablan por sí solas. Un espacio recreativo de «referencia» en Cantabria y «pensado por y para los jóvenes», recalcó el regidor; «un proyecto ambicioso, innovador y que necesitaba la ciudad», añadió el concejal de Obras y primer teniente de alcalde, José Manuel Cruz Viadero.

Los políticos apuntaron muy alto aquel día, pero el seguimiento en el calendario ha caído en desgracia en los últimos cuatro meses. El cruce entre el subsuelo de la obra y el serpenteo de la red de Viesgo ya está resuelto. Ahora, lo que tiene que arreglar el Ayuntamiento es el ritmo de la obra, a la que técnicamente sólo le queda la mitad del plazo de ejecución, es decir, seis meses.