Secciones
Servicios
Destacamos
La dejadez y el olvido han dado paso a labores de mejora y mantenimiento. El Ayuntamiento de Torrelavega ha decidido poner fin al avanzado deterioro que sufría la singular plaza de La Cepa, un espacio público que apenas era utilizado por los vecinos pese a ... encontrarse en un barrio populoso, La Inmobiliaria, y una de las calles más céntricas y concurridas de la ciudad, José María Pereda. Con esta actuación, la Asociación de Vecinos Río Indiana está viendo atendida una vieja reivindicación.
«Es una plaza que está un poco a desmano y no estaba en buenas condiciones», reconoce el concejal de Limpieza Viaria, Pedro Pérez Noriega. «Ahora -añade- estamos haciendo una limpieza general, después de recuperar el sistema de drenaje, que estaba obstruido en algunos tramos. También vamos a colocar maceteros con plantas y otros aderezos para que la plaza resulte más atractiva».
Pérez Noriega afirma que, a partir de ahora, La Cepa va a formar parte de la agenda de «mantenimientos periódicos» que realiza el Ayuntamiento. También va a recuperar su actividad el centro comercial que se encuentra debajo de la plaza. Después de más de dos años en desuso, el amplio local pasará a acoger en los próximos días una moderna juguetería que se traslada desde otro tramo de la misma calle.
La Cepa se construyó a finales de la primera década de este siglo y es fruto de un acuerdo urbanístico entre el Ayuntamiento y los propietarios del terreno, pacto que puso fin a un litigio de 23 años. En el solar, de forma triangular, se construyó un edificio de tres plantas, dos de ellas subterráneas y destinadas a garajes para los residentes. Encima se levantó el centro comercial y la plaza en la cubierta.
El Consistorio aprobó en 2005 el proyecto básico para la urbanización del solar y la construcción de dos bloques de viviendas en una finca anexa. Con este trámite y la posterior concesión de la licencia de obra, quedó zanjado el conflicto urbanístico que mantenían el Ayuntamiento y la empresa promotora desde hacía más de dos décadas. En la finca se construyó finalmente el referido edificio de tres plantas. Los vecinos de La Inmobiliaria se movilizaron para reclamar más zonas verdes y rechazaron la construcción de La Cepa. Al final, lograron que se rebajase la estructura 50 centímetros por superar la altura autorizada.
Tras la novedad de los primeros años, este espacio público pasó a ser un lugar que parecía invisible, fantasma. A pesar de pasar junto a la plaza a diario miles de personas, son pocas las que disfrutaban de ella. La mayoría propietarios de perros y algún grupo de jóvenes que hacen botellón. Incluso hay vecinos que desconocen su existencia o piensan que forma parte del centro comercial que hay debajo (Cepa Plaza) y que hasta ahora anunciaba su venta, lo que empobrecía aún más la imagen de la zona.
A todo ello se unía la evidente falta de mantenimiento. Al espacio público se accede por la parte posterior del edificio, a través de una escalera que siempre se encontraba sucia y resbaladiza por las humedades. En ella se apreciaban los primeros grafitis y la maleza crecía en cada rincón del deslucido pavimento. Los bancos, de madera, hace mucho tiempo que no se pintan, no hay zonas verdes y el agua permanecía estancada en el maltrecho sistema de drenaje. Tampoco funciona la iluminación y el ascensor, que ya solo pueden utilizar los propietarios de los garajes, lo que impide el acceso a las personas con movilidad reducida. En él también se aprecia suciedad y rotura de cristales. Otra muestra de dejadez era la pancarta que colgaba de la barandilla y que había situado allí hace varios años un partido político (ACPT).
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.