Torrelavega supera la aprobación provisional del Plan General y da un paso clave para su renovación

El Ayuntamiento de Torrelavega ha dado luz verde este jueves a la aprobación provisional del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), una revisión del planeamiento urbanístico de la ciudad y que servirá, confían en el equipo de gobierno (PRC-PSOE), para impulsar el desarrollo de la ciudad en materia de vivienda, industria y población, por nombrar algunas de las necesidad consideradas más acuciantes. En una sesión 'express' de apenas 45 minutos celebrada a las ocho de la mañana y casi sin debate sobre los asuntos de fondo, los partidos de la Corporación -salvo IU-Podemos, que se opone por los proyectos que van «contra el medioambiente» e impulsa este PGOU, dicen- han impulsado este nuevo paso para renovar el escrito, inmerso en un exasperante proceso de actualización desde hace más de veinte años. Y, aunque ese proceso no ha terminado, experimenta un avance «muy importante» desde esta mañana, como ha celebrado la concejala de Urbanismo, Jezabel Tazón, confiada en poder aprobar el documento de forma definitiva este mismo año.

Las claves de fondo dentro del texto son varias. El impulso a la creación de suelo industrial, desde los polígonos de La Hilera o Las Excavadas hasta el blindaje del uso industrial de los terrenos de Sniace, y el desarrollo del sector de la vivienda, con especial atención a Coteríos, Mies de Vega y El Valle, pueden ser consideradas las prioridades a favorecer gracias a este nuevo PGOU. En el Consistorio destacan estas y otras más: desde «la mejora de infraestructuras, comunicaciones entre el centro y la periferia» hasta el impulso a «un tejido urbano más ordenado y humano» en general.

El alcalde, Javier López Estrada, hacía énfasis en estos mismos retos tras la sesión. Como otros colegas de la coalición y de la oposición, reconoce el valor del PGOU vigente, el de 1985, que ayudó a impulsar el crecimiento de la ciudad -el Bulevar Ronda, equipamientos educativos y residenciales etc.-, pero reconoce también que su carácter caduco ha puesto de manifiesto algunas «carencias». Esa «dificultad para generar suelo residencial», que en los últimos años se ha traducido en un «éxodo» demográfico, cambiará con el nuevo Plan General de Torrelavega. «Viene a facilitar la gestión del suelo para generar mucha más vivienda y por tanto más barata, luchando así contra la crisis estructural que vivimos en esta materia».

Lo mismo ha sucedido con la industria, como apuntala. «El PGOU vigente no contemplaba espacios industriales que no fuesen los ya existentes», asegura, citando suelos como los de Solvay o Sniace. «Por eso también se ha producido un éxodo. Con este nuevo PGOU, sin embargo, podremos generar nuevos espacios, no solo manteniendo los existentes -recuerda que los de Solvay y la extinta Sniace seguirán siendo espacios 100% productivos y de carácter industrial-, sino también generando unos nuevos». El nuevo PGOU contempla «tres modelos», según cita el alcalde: aquellos 100% industriales, «como los de Sniace y Solvay»; planeamientos mixtos, como representan los PSIR de Las Excavadas o La Hilera, con bases tecnológicas y logísticas «fuertes», respectivamente; y un tercer modelo de «convivencia» entre las actividades económicas y las residenciales, como ocurre, cita, en Campuzano o el barrio del Cerezo».

Sin perjuicio de todo lo anterior, los socios de la coalición (PRC-PSOE) se han referido en varias ocasiones a la visión «sostenible» que viene a traer este nuevo PGOU. Con él, y sin perjuicio del fomento de la industria, Torrelavega gana una estructura territorial con la vista puesta también en «ganar espacios verde», así como en «conectividad» entre el centro y el entorno de mayor valor ecológico -desde la ribera del río, La Viesca o el monte Dobra-. Tazón hablaba de «un tejido urbano de más calidad»; por su parte, el portavoz socialista, José Luis Urraca, también ha destacado estos valores, antes de tildar el nuevo PGOU de «necesario» y recordando que la aprobación inicial del documento, en 2019, tuvo lugar en tiempos de José Manuel Cruz Viadero como alcalde. De hecho, el artífice de aquel hito, el exconcejal de Urbanismo José Otto Oyarbide, ha estado presente entre el público asistente a la sesión de este jueves.

La importancia del paso dado hoy por el Consistorio contrasta con la brevedad de la sesión, que ha terminado incluso antes del amanecer. De no ser porque estaban incluidos otros puntos en el orden del día, los grupos habrían despachado la aprobación provisional del PGOU en diez minutos. Aunque sin entrar demasiado en cuestiones de fondo, sí que hubo algunas intervenciones. Y críticas. En el PP y Vox apuntaron a la «falta de ambición» con la que, de partida, nace el escrito. «Tras más de veinte años de estudio, ya nace con algunos problemas», señaló Roberto García Corona (Vox). Con todo, votaron a favor, igual que Torrelavega Sí. Su portavoz, Blanca Rosa Gómez Morante, rompió una lanza a favor del PGOU vigente y su importancia para el desarrollo de la ciudad desde mediados de los años ochenta. El nuevo, apuntaló, «debe servir como base para el crecimiento poblacional y para que Torrelavega siga siendo una referencia importante». El que no apoyó la aprobación provisional del documento fue Borja Peláez (IU-Podemos), contrario al impulso del PSIR de Las Excavadas y otras «actuaciones contra el medio ambiente» que, asegura, figuran en el plan.

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