Torrelavega trabaja para llevar el servicio de bicicletas eléctricas a toda la comarca

La idea de ampliar las fronteras de las 'torrebicis' no solo atañe a ese bien común del que hablan las instituciones, sino también al interés de muchos usuarios que cogen una bicicleta eléctrica en Torrelavega y evitan utilizar el coche para acercarse a otros municipios de la comarca. Basta salir a la calle o asomarse a la ventana para comprobar la cantidad de ciudadanos que, todos los días, agarran el manillar para hacer un recado, acercase a la biblioteca, bajar el centro o sencillamente dar una vuelta. La idea es que esas rutinas se produzcan también en Cartes, Reocín, Polanco y Santillana en un futuro, creando así una red virtuosa de movilidad sostenible entre los ayuntamientos vecinos del Besaya.

El servicio municipal de bicicletas eléctricas fue inaugurado en noviembre del año pasado como una iniciativa pionera en toda Cantabria, pero ha demostrado ser mucho más que eso en estos meses de vida. Solo entre marzo, abril y mayo, los vecinos agarraron el manillar hasta en 50.000 ocasiones, corroborando así que, al menos en una ciudad pequeña como Torrelavega, este modelo de transporte se ha demostrado muy cómodo entre los usuarios que necesitan hacer un viaje corto en su día a día.

«Nuestra intención es seguir comarcalizando servicios. Es bueno para todos los vecinos, incluidos, cómo no, los torrelaveguenses», declara López Estrada, antes de equiparar este objetivo a la comarcalización del Torrebús, otro servicio público que viene abriéndose camino por los municipios colindantes en las últimas legislaturas -el último de ellos, Reocín-.

El gran éxito de estos vehículos también entraña un riesgo, dicho sea de paso: el mal uso que estas bicicletas reciben. Si salen a la calle lo verán con sus ojos. La inmensa mayoría de ciudadanos respeta las normas fijadas por el Consistorio, pero tampoco es extraño ver a otros subidos de dos en dos, por ejemplo, entre otros incumplimientos.

No son casos «masivos», como ya ponderó el concejal de Seguridad, Pedro Pérez Noriega, este verano, pero ya se han cobrado pedales en mal estado y un deterioro de las bicis mucho más acusado que el habitual. En cualquier caso, y al igual que ocurre en otros ayuntamientos de Cantabria, las bicis y el auge de los patinetes prometen exigir una labor de vigilancia cada vez más exhaustiva si cabe a las instituciones.

Si la ampliación del servicio se consolida, los habitantes del resto de municipios de la comarca del Besaya podrán seguir los mismos pasos que, desde noviembre del año pasado, dan los ciclistas de Torrelavega: registrarse en la aplicación o la web -torrebici.es- y elegir la modalidad que más les convenga, desde un abono anual de 8 euros, que concede 15 minutos gratuitos al inicio de cada préstamo; hasta el ocasional, fijado en una tasa de 2 euros para la primera media hora. En ambos casos, terminado ese periodo de gracia, cada cuarto de hora al manillar costará 25 céntimos.