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Dos de las palmeras afectadas, situadas junto a La Asunción. Luis Palomeque
Torrelavega trata de salvar del picudo rojo a nueve palmeras

Torrelavega trata de salvar del picudo rojo a nueve palmeras

El Ayuntamiento contrata una empresa especializada para que realice tratamientos contra la plaga

José Ignacio Arminio

Torrelavega

Domingo, 18 de febrero 2024, 01:00

El Ayuntamiento de Torrelavega ha contratado los servicios de una empresa especializada para luchar contra la plaga del picudo rojo, un insecto que ataca especialmente a las palmeras. La compañía está realizando tratamientos preventivos en nueve ejemplares singulares que se han visto afectados y que están situados junto a la iglesia de La Asunción (2), el Centro Nacional de Fotografía (3), la Agencia de Desarrollo Local (2) y el recinto de La Lechera (2).

El objetivo del contrato, realizado de forma urgente y con una duración de un año, es la prestación del servicio de control mensual, revisión en altura, seguimiento y tratamientos químicos contra la plaga que afecta gravemente a las referidas palmeras, todas de gran porte.

En el caso de los ejemplares de La Asunción, ahora vallados, se realizará un nuevo tratamiento preventivo el próximo miércoles. Según los técnicos, el más dañado por la plaga sigue vivo, a pesar de su aspecto alicaído, y no corre riesgo de caída.

El Consistorio informó en noviembre que entonces solo eran las palmeras de La Asunción las afectadas por la plaga, que se propaga por Cantabria desde 2022. Los trabajadores del Centro Especial de Empleo (Serca) y de otras firmas especializadas realizaron una primera intervención sobre estos dos ejemplares. La operación consistió en dos actuaciones distintas: en una de las palmeras, la más afectada, se realizó una cirugía arbórea; en la otra, se aplicó un tratamiento insecticida y se procedió a la limpieza exhaustiva de las larvas.

Por desgracia, cada vez más municipios saben lo que es el picudo rojo y el daño que puede hacer en los espacios verdes. Se trata de un coleóptero barrenador que vive y se alimenta de las palmeras; sus larvas excavan galerías debilitando al ejemplar, llegando incluso a causarle la muerte. El insecto permanece dentro y solo sale cuando no le queda qué comer. De ahí lo peor: no es fácil detectar, ni el bicho ni sus síntomas.

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