Transportes prevé finalizar en febrero las obras del ramal de Torrelavega en Sierrapando y Barreda

Fue el propio Oscar Puente quien en su viaje a Cantabria el pasado julio justificó los retrasos de la obra. Los trabajos comenzaron en 2018 y tenían un plazo de ejecución inicial de tres años y cuatro meses;pero finalmente estarán terminados, si no hay más contratiempos, ocho años después. El ministro puso el foco en «la gran complejidad técnica» del proyecto y señaló las laderas del nuevo tramo de vía que unirá Sierrapando, en Torrelavega, con Rinconeda, en Polanco, que se han desmoronado en numerosas ocasiones cada vez que llovía con intensidad, lo que obligó a construir falsos túneles –porque no están horadados, sino que son grandes estructuras de hormigón que se han colocado para luego ser cubiertas de tierra–. Más antiguos son los problemas de derrumbe del muro de contención que complicaron el proyecto al inicio de las obras en Barreda y otras dificultades acaecidas con los movimientos de tierra y las desviaciones del tráfico que han complicado las cosas en todos estos años.

Maquinaria pesada

Sobre ello también hizo hincapié esta semana la delegada del Gobierno en Cantabria:«Ha sido una obra muy compleja porque se ha hecho mientras se mantenía la circulación», comentó Eugenia Gómez de Diego. «Ha requerido de unos trabajos auxiliares durante todo el tiempo para mantener la circulación y para preparar el terreno para la entrada de la maquinaria pesada que hace posible los avances mucho más rápidos que estamos viendo ahora», agregó la responsable del Gobierno central en la región.

A todo eso hay que sumar la escasa inversión presupuestaria de los últimos ejercicios. De los 118,3 millones en los que se presupuestó en 2018, el primer año sólo se ejecutaron 1,1;casi 13 en 2019;18,6 en 2020;28,6 en 2021 (el que más) y sólo 8,3 en 2022. En suma, los primeros cuatro años de obra el Ministerio sólo había gastado el 59% de lo presupuestado;pero los números han cambiado ahora y eso se nota en el aspecto de las obras.

Los modificados del proyecto, en los que se han incluido los sobrecostes por las adaptaciones y el ajuste a la subida del precio de los materiales, han elevado el montante del presupuesto final a los 125,5 millones, lo que convierte al nudo de Torrelavega en una de las obras más complejas que se están construyendo actualmente en la región. Aunque ya le ha tomado el relevo la construcción del tercer carril entre Torrelavega y Santander. Un proyecto que acarreará cuatro años más de molestias a los conductores –si todo transcurre según lo previsto– y que cuenta con una inversión de 172,9 millones de euros que la UTE formada por Grupo San José y Aceinsa Movilidad desarrollará en 61 meses.

Pero antes el alivio llegará en Torrelavega. «Se está actuando para culminar todo lo que está pendiente en la rotonda de los ochos, en Sierrapando, en Barreda y en Polanco», especifica Gómez de Diego, que no fija un día concreto pero asegura que este mes de febrero estarán finalizados todos los trabajos por un itinerario por el que transitan a diario más de 60.000 conductores. «Se abrirán en los próximos días las conexiones y las desviaciones de Sierrapando tanto en dirección Bilbao como hacia Oviedo. Y lo mismo pasará con Barreda, porque los conductores van a poder venir por esa vía ya finalizada en su estado normal y donde se están instalando ya las pantallas protectoras para aislar del sonido», añadió.

En toda la infraestructura quedarán pendientes de finalizar los falsos túneles, de 422 metros de longitud cada uno. El ministro Oscar Puente ya avanzó que se cubrirían de tierra y que se plantaría en superficie vegetación autóctona para evitar la colonización de plantas invasoras como el plumero, un trabajo que ya ha comenzado pues ya se han vertido miles de metros cúbicos de tierra.

En el interior, ya transitan algunos vehículos de obra y ya se puede ver una primera capa de alquitrán que será la base para el posterior asfaltado de un tramo que estará operativo, si el ministro Puente acierta, este próximo verano.