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A los vecinos de Ganzo se les ha acabado la paciencia y urgen una solución a los accidentes de tráfico que tienen como escenario ... la glorieta de acceso al hospital Sierrallana. Recuerdan que sólo en septiembre hubo cuatro y que uno de ellos se saldó con dos heridos graves por atropello. Según los afectados, el problema radica en que muchos conductores que bajan por esa carretera, con fuerte pendiente, circulan a excesiva velocidad y eso pone en peligro al resto de usuarios del vial, especialmente a los peatones.
Angélica Herrera, secretaria de la Asociación de Vecinos Ganzo-Duález, dice que la circulación de vehículos es cada vez mayor y que el problema de los accidentes «se veía venir». «Bajan tan rápido de Sierrallana -explica- que no les da tiempo a frenar en la rotonda y no respetan ninguna señal. Ni ceda el paso, ni semáforos, ni paso de peatones... Hasta ahora todo han sido sustos, pero en septiembre tuvimos dos heridos graves por atropello».
Sergio Ortega regenta la Cervecería Orgón, situada a pocos metros de la glorieta, y teme por sus clientes: «La valla junto a la rotonda está nueva porque la tienen que cambiar cada poco tiempo. El otro día un coche llegó hasta aquí y rozó una de las mesas. Menos mal que no era hora punta, porque se hubiera llevado a más de uno por delante». Relata que ha visto accidentes de todo tipo: «Ha habido vuelcos, salidas por pérdida de frenos... Uno llegó hasta la parada de autobús. Aquí corre peligro hasta la locomotora que colocaron en la rotonda».
Noelia Sánchez es madre de una niña de 11 años y recuerda que uno de los más afectados por los accidentes es el colegio Matilde de la Torre, situado a pocos metros. «Estoy todo el día con el alma en vilo -señala- porque los conductores no respetan los pasos de peatones. Si la mandas al colegio por este que está cerca de la rotonda, malo porque bajan a toda velocidad de Sierrallana; y si la mandas por el otro que está más abajo, también mal porque no paran en el semáforo».
La secretaria de la AA VV va más allá y afirma que hay una «absoluta falta de respeto por el peatón» en un pueblo que «está dividido en dos por la carretera» y en el que «los vecinos nos vemos obligados a cruzarla para ir a comprar, tomar algo en el bar o llevar a nuestros hijos al colegio». Herrera dice que «hace tiempo» que lo denunciaron en el Ayuntamiento de Torrelavega y que ahora lo volverán a hacer aprovechando que ha asumido el cargo un nuevo concejal de Movilidad -Jesús Sánchez-. «Tienen que hacer algo porque cualquier día va a pasar algo gordo, una tragedia, y entonces será demasiado tarde», concluye.
La glorieta está situada en el inicio de la fuerte subida a Sierrallana, uno de los tramos de carretera con mayor pendiente de la comarca, y es el principal acceso al hospital, lo que genera un denso tráfico, sobre todo cuando los trabajadores del centro sanitario entran o salen de sus puestos. Además, hay que tener en cuenta que la población y la actividad comercial han crecido mucho en el entorno.
La carretera de Sierrallana se construyó a la par que el hospital, a principios de la década de los 90, y la glorieta pasó a estar presidida por una locomotora, la 'María', en 2007, como recuerdo de la línea férrea que cruzaba por el lugar para transportar material de la antigua mina de Reocín hasta los muelles de carga de la ría de San Martín de la Arena, en Hinojedo (Suances). Construida en Bélgica en 1906, la 'María' realizó ese recorrido muchos años y fue restaurada por su propietario, el Ayuntamiento de Torrelavega, tras un largo periodo de abandono.
El pueblo de Ganzo se encuentra en la periferia de la ciudad y, como suele ocurrir en estos casos, sus vecinos se suelen quejar de falta de atención a sus problemas por parte de los responsables municipales. Ahora confían en que no ocurra lo mismo con los accidentes en la rotonda de acceso al hospital, dado que «hay vidas en juego». Ponen como ejemplo de esa dejadez el parque público cercano, solicitado por los residentes hace casi una década y por fin hecho realidad por el Consistorio, aunque «seguimos pidiendo que lo rematen con el alumbrado».
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