Vecinos de La Montaña urgen de nuevo la adecuación de los viales

Ha pasado medio año desde que, por enésima vez, los vecinos de la subida a Los Casares, en el pueblo de La Montaña (Torrelavega), urgieron la adecuación y la mejora integral de los viales de acceso, pero las actuaciones no terminan de llegar a pesar de la precariedad de la zona, una incapacidad demostrada de estas carreteras a resistir un temporal –como el del pasado enero, por ejemplo– y de las promesas del equipo de gobierno en la recta finales de la legislatura, antes de las elecciones.

«No pedimos más que unas mínimas condiciones» o «esto también es Torrelavega» son algunos de los comentarios que, desde entonces y ahora también, vienen dejando los residentes del entorno. Son pocos y salvo ellos, por ahí no pasa prácticamente nadie, pero el resultado de algunas actuaciones bienintencionadas sigue hablando por sí solo. Blandones que van camino de ser un argayo; árboles al borde de la caída, a un costado de las vías; cunetas obstruidas cada vez que las precipitaciones caen con fuerza; y, en suma, un historial de incidentes que, aunque todavía no se han cobrado más que sustos, tiene completamente hartos a estos torrelaveguenses.

La peligrosidad de los viales, agravada durante el invierno, fue reconocida por el primer teniente de alcalde, José Manuel Cruz Viadero. «Es verdad que lo necesitan», explicó entonces, antes de enviar al Serca para adecuar la zona. Hoy, los vecinos lamentan que aquello no fue suficiente.

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