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Los vecinos del entorno del Paseo del Niño critican la falta de limpieza en algunas calles del barrio, donde todavía se aprecian restos de suciedad ... en torno a los contenedores tras las fiestas. Los residentes de esta parte de la ciudad están descontentos por «la falta de eficacia» del servicio municipal de limpieza viaria. La presidenta de la asociación de vecinos, María Ángeles Argumosa Erviti, dice que el barrio «en general está muy sucio» y centra sus críticas no solo en las aceras «repletas de restos de excrementos de perros y de palomas», sino también junto a los contenedores de basura y en los parques y jardines, donde «se pueden encontrar restos de papeles, plásticos, latas y todo tipo de basura».
Además, recuerda que en varias ocasiones se han dirigido a los responsables municipales para comunicarles la falta de limpieza de algunas fincas y solares que «aunque sean privadas deben estar en condiciones, y no tenemos por qué pagar los vecinos las consecuencias y la imagen de ciudad abandonada que da ver esas parcelas llenas de basura y escombros».
En este sentido, aseguran que ellos mismos han tenido que proceder a limpiar la parte más cercana a sus portales con agua y lejía para adecentar el acceso a sus viviendas ante la falta de atención de los servicios municipales. Los vecinos se han puesto en contacto con el Ayuntamiento para trasladarles esta situación y, según apuntan, desde el Consistorio les han trasladado que los operarios de limpieza cubren todas las partes de la ciudad aunque en estos días de fiestas se ha podido incrementar la acumulación de basura.
La mejora de la limpieza en las calles es una de las peticiones «ya histórica» que la Asociación de Vecinos del Paseo del Niño ha solicitado al Ayuntamiento, junto a los trabajos de asfaltado de las calles Calderón de la Barca y Agustín Riancho, así como la eliminación de los restos de excrementos de perros y palomas y la colocación de bancos en la zona de Las Alcantarillas. La suciedad en algunas de las calles del interior del barrio es evidente y afecta a vecinos y comerciantes que se quejan porque la falta de limpieza «supone un foco de atracción para los roedores», que como recuerdan en un negocio de la calle Juan José Gutiérrez Alonso «ya se han colado en el establecimiento y hemos tenido que colocar veneno en todas las puertas».
«Es una pena que una de las principales calles de este barrio, Juan José Gutiérrez Alonso, recientemente arreglada y renovada, tenga las aceras llenas de restos de excrementos de perros, además de otros espacios como jardines y parques infantiles en los que la suciedad no invita a llevar allí a los niños a jugar», lamenta una vecina de la calle Pancho Cossío. «Parece que hay dos ciudades, y la de aquí, la del otro lado de la vía se encuentra en estado de abandono, y toda la inversión se ha ido en dotar de aceras al Paseo del Niño, mientras el resto del barrio parece que no tenemos a que las calles, al menos, estén limpias», agrega.
La suerte va por barrios y hasta por calles. Las más céntricas de la zona están limpias -a falta de regar las aceras, dicen los vecinos-, aunque las menos transitadas acumulan todo tipo de basura junto a los contenedores. En las calles del interior de la barriada y en los bancos de alrededor hay botellas, colillas y excrementos de animales.
La imagen en el Paseo del Niño -que ya estrena aceras este año con mobiliario urbano nuevo- es distinta. La zona está limpia y con las papeleras vacías. El dueño de un bar cercano dice que este año ha estado más limpio que el anterior. En la calle Pancho Cossío, un vecino dice que la calle «está sucia, que a nadie le gusta la suciedad, pero que hay cosas más importantes».
Según los vecinos de la zona, ni la incorporación de maquinaria nueva ni la renovación de papeleras y contenedores han contribuido a mejorar la limpieza viaria en las calles y plazas. Las quejas vecinales no han cesado en los últimos años pese a la aplicación de sendos planes de choque de forma sucesiva.
Los habitantes quieren una solución permanente y consideran que el servicio «es insuficiente», al tiempo que piden que se incremente la labor de la Policía que «es la encargada de velar porque se cumpla la ordenanza de convivencia ciudadana, sobre todo en lo que se refiere al tema de los perros». Las quejas sobre los excrementos de los canes se unen a las referentes a plásticos, papeles y latas, así como a las de los residuos que se quedan pegados a las aceras y a los restos vegetales que permanecen días sin retirar.
Los residentes de este barrio al otro lado de las vías reconocen que las últimas inversiones realizadas en la zona han contribuido a mejorar la imagen de la barriada, pero reclaman una limpieza «más eficiente» de las calles y mayor presencia policial para evitar las conductas «incívicas» de algunos ciudadanos.
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