Vecinos de Sierrapando se movilizan contra el traslado de una familia gitana

Cuando José Ignacio Sañudo, residente en el entorno de la referida vivienda, leyó la noticia en El Diario, no lo pensó dos veces y pegó carteles convocando a sus convecinos a una reunión extraordinaria y urgente para el día siguiente. La respuesta fue tan positiva -más de medio centenar de asistentes- que enseguida se vieron «sobrepasados». Allí se inició una recogida de firmas y ya tienen «más de doscientas» para registrar su solicitud en el Ayuntamiento, donde el alcalde, José Manuel Cruz Viadero, les ha dicho que les recibirá «un día de estos». Ya el pasado jueves le preguntaron al regidor durante una sesión ordinaria de la Corporación y Cruz Viadero contestó que este tipo de problemas se resolverían con una población más formada.

Sañudo recuerda que el Consistorio había descartado primero adquirir la casa porque se encuentra «fuera de ordenación» en el planeamiento urbanístico. «Está previsto su derribo para hacer un vial», asegura. Uno de los primeros vecinos que se sumó a la movilización fue Alfonso Carcedo, que también tiene claro el conflicto: «Como las cosas van mal, pretenden reubicar por segunda vez a esta familia gitana, que ya dio problemas en el Barrio Covadonga». Además, precisa que la vivienda que se pretende adquirir «no tiene las condiciones mínimas de habitabilidad». «La dueña -explica-, que ahora reside en el Asilo, no se atrevía a subir a la parte de arriba por lo mal que estaba. Es decir, no sólo es comprar la casa, sino que encima hay que arreglarla».

Ana Manzano, también residente en la zona, recuerda el «muchísimo dinero» que tuvieron que pagar por sus viviendas, que ahora corren el peligro de «devaluarse». «Nos iban a urbanizar la zona y ni siquiera entran a limpiarla. Además, es una calle que no tiene salida y correría el peligro de convertirse en zona de almacén para esta gente», indica. Otro afectado, Javier Martínez, también está preocupado: «Si el parque no puede utilizarse porque están ellos, qué pasaría en nuestra calle, no podríamos ni entrar en casa».

Como adelantó este periódico el pasado jueves, la quinta licitación parecía la vencida. El Ayuntamiento estaba a la espera de un informe pericial para adquirir la vivienda con la que pretende resolver el problema de chabolismo que sufre el pueblo de Sierrapando y que impide a los vecinos disfrutar del parque público de la localidad. Se trata de la única oferta presentada después de que las cuatro licitaciones anteriores quedasen desiertas. Es una casa unifamiliar de dos plantas situada en La Valleja (Sierrapando), a escasos metros de la rotonda de 'Los Rotarios', que vende su propietaria a través de una inmobiliaria local.

El presupuesto base de licitación se fijó en 60.000 euros, según ha recordado Pedro Pérez Noriega, concejal de Hacienda. A la vista de las ofertas presentadas, la Mesa de Contratación acordó en su última reunión, por unanimidad, remitir la única propuesta al arquitecto municipal, con el fin de que valore la misma y emita el informe correspondiente. La operación se cerraría una vez valorado el inmueble, cuyo importe no puede superar los referidos 60.000 euros.

Y es que hasta ahora el populoso pueblo de Sierrapando no ha tenido suerte con su parque público, ubicado en el corazón de la localidad, entre la zona comercial y la plaza de La Llana. Los vecinos lucharon primero para que se hiciese y ahora, una década después, dicen que no pueden disfrutar de él por el problema de chabolismo. El intento del Ayuntamiento de comprar una vivienda alternativa para la familia afectada parecía estancado tras los intentos fallidos en la licitación.

La Asociación de Vecinos Ara del Dobra registró en el Consistorio 1.286 firmas de ciudadanos que pedían en 2011 la construcción del parque. El presidente, Eladio Gutiérrez, decía entonces que el pueblo tenía «verdadera necesidad» de contar con un «pulmón verde», tras muchos años de expansión urbanística y comercial. Los vecinos ya protestaban entonces por la presencia de la referida familia gitana, que reside en una casa cedida por la Parroquia de Sierrapando.