
Javier Crespo | Hepatólogo distinguido como Torrelaveguense Ilustre
«En vez de distinguir la medicina pública de la privada, hay que separar la buena de la mala»Secciones
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Javier Crespo | Hepatólogo distinguido como Torrelaveguense Ilustre
«En vez de distinguir la medicina pública de la privada, hay que separar la buena de la mala»Ni el largo currículum de Javier Crespo ni su laureada trayectoria como hepatólogo e investigador de referencia en toda España y el mundo caben en ... la entradilla de esta entrevista. De estudiante del IES Besaya a eminencia en su campo, Crespo reconoce sentirse en parte «abrumado» tras el reconocimiento que le otorga Quercus como Torrelaveguense Ilustre. La otra parte es de «enorme orgullo», que dedica con gran cariño a su familia y su padre, Jesús, fundador de la Academia Crespo, una institución en Torrelavega, hace siete décadas. «Creo que una parte del premio me lo dan por mi apellido», bromea. Hoy, el también profesor de la UC impartirá una conferencia sobre el programa Cohorte Cantabria en el IES Marqués de Santillana, a las 19.30 horas; dos días después, el viernes, será galardonado oficialmente por Quercus en el mismo salón de actos y a la misma hora.
–Hábleme del tema de su conferencia de hoy. ¿Qué es Cohorte Cantabria y para qué sirve?
–Es una cohorte poblacional con personas de entre 40 y 70 años que viven en Cantabria y que vamos a observar de forma indefinida, con todas las variables que pueden tener que ver con la salud. Todas las variables son todas. Peso, tensión, dieta, puesto de trabajo, exposición a agentes tóxicos… La máxima información. Queremos analizar y hacer ciencia con los datos, también con inteligencia artificial, para ver cómo podemos ayudar a la gente.
–Menciona la inteligencia artificial. ¿Cuál puede ser su papel?
–Tiene un campo de aplicación enorme, entendida siempre como una ayuda y no como una sustitución. La inteligencia artificial aplicada a la ayuda y la toma de decisiones es algo que vamos a tener en breve. Cuando tengamos una historia clínica y estemos trabajando en tiempo real, nos ayudará a pensar en determinadas causas. Además, supondrá una mejora notabilísima en la relación médico-paciente, dándonos más tiempo para hablar con él y dedicándole menos a escribir. En segundo lugar, nos ayudará a integrar e interpretar toda la información, algo que para los humanos es prácticamente imposible. Tiene muchísimas aplicaciones.
–¿Y hay que tenerle miedo?
–Creo que no. Todas las tecnologías tienen esa 'cara B' y puede ser utilizada de forma maligna. Ahora hay tres grandes fuentes de conocimiento en el mundo: Estados Unidos, China y Europa. En este campo, las dos primeras avanzan extraordinariamente rápido; Europa está dedicándose, excesivamente en mi opinión, a regularla. Hay que regularla y ordenarla, pero hay que avanzar. Es una herramienta imparable.
Las claves
«Estamos al borde de la eliminación de la hepatitis C;el año que viene podemos conseguirlo»
«Un modelo fragmentado en 17 sistemas de salud es poco compatible con la eficiencia»
–Hábleme de los desafíos contra la hepatitis C. Fue responsable del programa de eliminación de este virus. ¿Estamos cerca de eliminarlo en España?
–En Cantabria podemos estar muy orgullosos. El de Valdecilla fue el primer hospital de España que trató a los enfermos con los nuevos antivirales directos. La actual presidenta, entonces consejera de Sanidad –Sáenz de Buruaga–, autorizó la decisión, que fue valiente porque el precio del tratamiento era escandalosamente alto. Hoy, estamos al borde de la eliminación y debiéramos lograrlo no más tarde del año que viene. Falta que nos ayuden un poquito más desde la Consejería.
–Aprovecho que lo dice. ¿Un llamamiento a las instituciones?
–Un aspecto que resaltaría es la colaboración institucional. No se puede hacer una medicina de alta calidad sin colaboración público-privada. En vez de distinguir la medicina pública de la privada, tenemos que separar la medicina buena de la mala. En un país como España, moderno y occidental, no contar con esto es absurdo, entre otras cosas porque ahí hay muchísimo talento. Lo que tenemos que hacer es compatibilizar, hacer una colaboración honesta, transparente y basada en el bien común. ¿Eso quiere decir que hay que darles protagonismo para que ganen dinero? No. Debemos aprovechar nuestras virtudes mutuamente.
–Se acaban de cumplir cinco años del confinamiento. ¿Qué lección extrae de todo aquello?
–Saco varias. La primera es que es imprescindible tener unos servicios de Salud Pública mucho más potentes y deberíamos tener una agencia o un instituto de Salud Pública en ese sentido. En segundo lugar, es evidente que un modelo fragmentado en diecisiete sistemas de salud es poco compatible con la eficiencia. Este instituto o agencia debería ser único para toda España. En tercer lugar, creo que deberíamos tener una tecnología suficiente para que los mecanismos básicos se hagan en el propio país. No se puede ser autosuficiente en todo, pero sí en respiradores o mascarillas;hubo carencias importantes. Por último, destaco el trabajo de los profesionales. Hubo una extraordinaria generosidad y flexibilidad por su parte para adaptarse a aquel mundo.
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