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«Yo le di la vida y él me la ha devuelto»
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A Benja García le diagnosticaron leucemia y tras buscar donantes compatibles, al final fue su hijo Borja quien le donó células madre: «Yo quería salvarle»Secciones
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A Benja García le diagnosticaron leucemia y tras buscar donantes compatibles, al final fue su hijo Borja quien le donó células madre: «Yo quería salvarle»Una llamada puede «frenarte la vida». Y en ese instante el sencillo gesto de colgar el teléfono da paso a un duro camino. Al menos ese fue el primer pensamiento que se le pasó por la cabeza a Benjamín García aquel 30 de diciembre del 2020 cuando le diagnosticaron leucemia mieloide aguda. «Luego pensé en los míos y en lo que iban a pasar porque para ellos también iba a ser un infierno», cuenta el conocido modelo de Torrelavega que actualmente se encuentra «en plena lucha» contra una enfermedad que hace unas semanas volvió a «asomarse» en su cuerpo. Tras recibir ese primer golpe hace poco más de un año, tuvo claro que él iba a «luchar» porque «de esta hay que salir», le dijo a su mujer con firmeza. Y eso hace cada mañana, seguir peleando con una fuerza que, sin darse cuenta, transmite a través de la voz.
Cuando comenzaba el tratamiento de quimioterapia, a sus familiares les hicieron un estudio genético para intentar localizar a una persona que fuera compatible como donante de médula. Además de buscar en el registro de donantes internacional. Desde ese mismo momento, sin ni siquiera saber la respuesta, su hijo Borja de 16 años le dijo: «Voy a ser yo quien te done las células madre. Voy a ser yo». Para él fue una idea, un objetivo, quizá un sueño que «se le metió en la cabeza». Quería ser él quien salvara a su padre.
Pasaron los meses y no aparecía «nadie compatible», relata Benja. Una preocupación que se esfumó en cuanto encontraron a alguien. En concreto a dos personas que eran lo que se denomina como trasplantes haploidénticos. Una alternativa cuando el paciente carece de un donante con compatibilidad aceptable. En su caso fueron su hermana y su hijo. Aunque los médicos explicaron al paciente que, entre ambas opciones, para el trasplante eran preferibles las células de Borja. Su hijo nunca lo dudó y lo quiso así desde «el minuto uno».
Benjamín García - Padre
¿Y cómo fue cuándo se lo comunicaron? «Increíble. Fue una ilusión impresionante. Él estaba súper contento», explica el modelo feliz al otro lado del teléfono. «Yo no dudé en ningún momento, quería salvarle», relata también Borja con entusiasmo. Benjamín lo tiene claro: «Yo le di la vida y él me la ha devuelto». Una historia «preciosa».
De Borja extrajeron células madre en dos sesiones de cuatro horas cada una. Jornadas a las que «fuimos juntos», explica el padre. Y el 18 de mayo del 2021 le hicieron el trasplante. Una fecha que repite despacio, pero sin necesidad de pensarla porque es ya uno de esos días que «no olvidaré nunca», dice. Una mañana en la que, gracias a la donación, «te están metiendo vida», resume.
El cántabro no necesita muchas palabras paras hacer un balance de todo lo recorrido: «Ha sido durísimo» y aún no ha terminado. Él lo define como un camino con «piedras» que va saltando conforme se las encuentra. Y recientemente ha surgido otra que, parece, ha conseguido dejar atrás. En verano, recién trasplantado, Benjamín reconocía sentirse cada día «un poco más fuerte» como si las piezas del puzzle empezarán a encajar dentro de su cuerpo. Todo parecían buenas noticias hasta que hace unas semanas la leucemia reapareció. A este mazazo se sumó otra enfermedad: la injerto contra huésped en el hígado. Una afección por la que las células madre atacan el órgano y eso impide a los médicos tratar el cáncer. «Sin salvar el hígado no podíamos seguir, así que hemos estado un mes para salvarlo y hace una semana parece que mejoró», explica Benjamín. Volvían a la senda de las buenas noticias.
Un bache con el que por primera vez «me vine abajo al ver que no mejoraba», reconoce, y que también ha afectado a esa ilusión de su hijo. Ahora preocupado porque su ayuda no sea suficiente. De momento este mismo 4 de enero terminó un tratamiento de quimioterapia que «nos abre más posibilidades». De todo este proceso se queda con algo positivo: «La ayuda que tengo, está todo el mundo volcado conmigo. No me imaginaba ser tan querido». Estos meses le han recordado lo importante de estar bien rodeado y «lo afortunado que soy».
También tiene palabras de agradecimiento para los médicos de Valdecilla, sobre todo para los profesionales de la planta 10 de Hematología que se han encargado de cuidarle. «Solo tengo palabras de elogio». Un gracias que va también cargado de reivindicación porque los sanitarios necesitan «más ayudas». «No puede ser que anden justos de recursos en un sitio en el que salvan vidas», subraya Benja que es consciente del «impresionante» hospital con el que cuenta la comunidad autónoma. E insiste en que lo fundamental es invertir más dinero en investigación. Un mensaje que lanza a políticos e instituciones tanto locales como nacionales porque es un problema que se extiende a todas las localidades.
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