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Canta que es «depravado a la antigua» y no «quiere transigir». Jorge Martínez (Avilés, 1955) es la voz de Ilegales, banda de rock formada a comienzos de los 80 que con el tiempo se convertiría en un referente, a pesar de la «inconstancia de la ... fama». Por sonido y por letras. Tras una pausa de cinco años y aventuras diversas, regresaron con 'La vida es fuego', su décimo álbum de estudio. Hoy viernes, Ilegales estarán en Torrelavega SoundCity (22.30 horas) para desmostrar que los tiempos siguen siendo salvajes. 536 personas pagaron para sacar adelante la grabación de su historia en 'Mi vida entre las hormigas'.
-¿Por qué decidieron participar en este proyecto?
-Ha sido toda una cruzada exitosa, pero no voy a colgarme medallas que no me corresponden. Quienes han llevado adelante el proyecto son esas 536 personas, Juan Moya y Chema Mera. Han trabajado duro y con el pequeño presupuesto logrado por el sistema de crowdfunding han logrado un largometraje documental que hace una brillante disección y correspondiente diagrama de Ilegales. Los nombres de esas 536 aparece en los créditos del documental mientras suena 'Mi vida entre las hormigas'. Personalmente me han impresionado las ganas para sacar el proyecto adelante. Han demostrado que siendo tenaz se consiguen objetivos.
-¿Dónde quedaron las canciones que no entraron en 'La vida es fuego'?
-Siempre manejo un amplio almacén de canciones que voy agrupando de la manera más conveniente. He llegado a guardar canciones durante mas de veinte años hasta darles la forma adecuada y encontrar su momento. 'Mi vida entre las hormigas', la canción del documental, es una canción que se había descartado de 'La vida es fuego' por demasiado densa . Es la canción con mayores valores literarios que he escrito y podría restar ligereza a un disco de reencuentro con el público tras cinco años de ausencia.
-¿Cómo le resumiría a los hípsters actuales de donde surge lo que creen ser?
-El término hípster aparece a finales de los años cuarenta y toma consistencia en los cincuenta en el entorno del cool jazz. Este tipo de actitudes o modas también aparecen en la Francia de la 'nouvelle vague' o en Italia de los sesenta. Los modernos de los ochenta no eran muy diferentes. Sospecho que una mirada profunda a lo más profundo de la historia nos permitiría ver a muchos hípster.
-«Qué sería de lo esencial sin el envoltorio, sin esa tontería que lo envuelve todo». ¿Esa afirmación se aplica también a la música?
-Los hípsters son el más puro envoltorio inocuo y llamativo que envuelve a lo real e importante sin serlo en absoluto. Está en todas las manifestaciones culturales existentes, que han existido y aún en las que existirán.
-¿Esa afirmación se aplica también a la música?
-Los hípsters son el más puro envoltorio inocuo y llamativo que envuelve a lo real e importante sin serlo en absoluto. Está en todas las manifestaciones culturales existentes, que han existido y aún en las que existirán.
-¿Recuerda la impresión que le causó aquel Madrid de los 80?
-Me parecía todo un poco raquítico, pero efervescente. Era fácil encontrar proyectos interesantes y aportar consistencia. La gente estaba aprendiendo en el momento justo de hacer las cosas. No tenían ninguna preparación, todo era espontáneo. Se dieron muchos fracasos, tanto artísticos como comerciales, pero también hubo gente que logró el éxito por pura casualidad.
-¿Queda algo de aquel rupturismo cultural?
-No queda mucho de esa inmediatez que nos encontramos .
-Señor Chinarro, Triángulo de Amor Bizarro o Los Punsetes han hecho versiones de sus temas. ¿Cómo ve su música reflejada en el indie?
-Sí, también León Benavente hace una valiente versión de 'Europa ha muerto'. Me parece muy interesante escuchar como abordan estas bandas nuestras canciones. He escuchado también un disco de bandas de Los Ángeles haciendo versiones de Ilegales con mayor o menor fortuna y me ha gustado mucho la versión que Non Servium hacen de 'Ella saltó por la ventana'.
-Es usted avilesino y ha vivido Gijón, una ciudad donde afirma que «está prohibido todo», pero la música melódica sí que parece tener hueco (Bisbal, Tamara, Morat, Bustamante, Antonio Orozco...)
-He vivido mucho tiempo en Gijón pero desde hace unos cuantos años vivo en Oviedo. Hay tipos de música y otras cosas que evito. No es exactamente cuestión de gusto, es higiene mental. No tengo nada contra esta gente y su público y les deseo lo mejor, sólo ejercito el derecho de negarme a padecerlos.
- Con Los Magníficos dio un giro en el estilo al que tenía acostumbrado a su público, acercándose a ritmos latinos. ¿Qué le motiva de estas sonoridades?
-Nos volvimos hacia caminos musicales abandonados o, al menos, poco frecuentados. Ha sido un reconocimiento a la brillantez de viejas sonoridades hoy denostadas injustamente debido al mal uso que de ellas se hace. Hay un verdadero tesoro musical enterrado y nosotros intentamos mostrárselo al público.
- ¿Cuántas guitarras tiene?
- Soy muy mal contable y nunca sé cuantas guitarras tengo, aunque seguro que son demasiadas. A veces tengo que deshacerme de alguna guitarra buenísima para hacer sitio a las que van llegando. Cada una tiene su momento y utilidad. Procuro que las que pasan por mi colección sean las mejores para esa obra específica.
- Si como dice, «el teléfono sustituye al diablo», ¿las redes sociales son los nuevos mánagers?
-Hay muchas cosas buenas en las redes sociales, pero no están exentas de peligros.
- ¿Es usted consumidor de esa inmediatez virtual?
- No paso demasiado tiempo con esas cosas; el universo alrededor es una realidad valiosa que es un crimen no disfrutar y he recibido noticias sobre el avance de los segundos.
- Es usted uno de los socios destacados de SGAE en Asturias. ¿Cree que la situación de la entidad y la consiguiente polémica actual tiene solución?
- Nos hemos propuesto varias soluciones, ahora hay que hacerlas viables y desalojar a los parásitos que controlan la entidad.
- Si mira atrás, ¿cree que el rock ha evolucionado con salud?
- El rock ha desarrollado una tremenda capacidad de resistencia. En los años cincuenta se aseguraba que era una moda pasajera y…
- Y en su caso, ¿a qué tipo ve ahora en el espejo?
- No veo a ningún conejo; veo a un tipo con el valor suficiente para seguir su camino de acuerdo a las propias convicciones, incluso contra sus propios intereses. Soy el Capitán Trueno que hoy ha vuelto a renacer.
¿Tienen fecha cerrada para su nuevo trabajo?
-Estamos en ello en este momento.
-¿El rock deja margen para descansar?
-El óxido nunca duerme. Además si tenemos en cuenta que se está mucho mas tiempo muerto que vivo… ¡Que no pare la música!
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