El circo conquista a los más pequeños en la Plaza de la Llama

El circo vuelve a ser protagonista en las fiestas de Torrelavega. El taller 'La Plaza es un Circo', asentado bajo el techo de la pista deportiva de la Plaza de la LLama, supuso en la mañana de ayer un espacio de recreo seguro ante las incesantes lluvias. Muchas familias aprovecharon para pasar el rato ocupando a sus pequeños con diferentes pruebas y desafíos para los más atrevidos. La propuesta tendrá continuidad hoy, jueves, en horario de mañana (de 11.00 a 14.00 horas) y tarde (de 19.00 a 21.00 horas).

La organización corre a cargo de Malabaracirco, una compañía que conduce la Escuela de Circo y Teatro Físico de Torrelavega. Realiza una serie de actividades para niños, jóvenes y adultos, encaminándolos a profesionalizar el aprendizaje de las técnicas circenses y, a su vez, desarrollando la creatividad, la cooperación, el apoyo mutuo y potenciando la creatividad y el trabajo.

Uno de los encargados de esta compañía es el torrelaveguense Javi Amigo, al que nos encontramos en uno de los puestos del circuito de habilidades ayudando a unos pequeños a cruzar sobre una cuerda de funambulismo.

Amigo, coordinador pedagógico de la Escuela, lleva desde 1995 desarrollando diferentes tipos de actividades, tanto lúdico-formativas como creativas-artísticas y escénicas por todo el mundo -a llegado hasta países de América y África-, las cuales posteriormente llegan hasta teatros de calle, circos y otros actos.

Sacando unos minutos para atendernos, Amigo apunta con orgullo que «lo de hoy es un taller a modo de diferentes estaciones continuadas para que las personas que se acerquen puedan probar y conocer de primera mano las actividades del circo, como este cable de funambulismo, una bola de equilibrios, técnicas aéreas con un trapecio, o los clásicos diábolos que todo el mundo ha visto». Además, añadió que «independientemente de la edad que se tenga, todo el mundo puede participar y compartir momentos y emociones». «Es muy interesante. Potencia lo saludable, facilitando que la gente sea consciente de su cuerpo», señaló.

La idea estaba clara. Como nos resume Amigo, lo que se busca con este tipo de jornadas es «facilitar un espacio de aprendizaje, de juego y de intercambio, no solo para niños y niñas, sino también para sus familias».

Y esta idea de «espacio de conexión», en la que tanto insistieron los cinco profesionales allí presentes, nos la ratifica Lorenzo, padre de un niño de ocho años al que trae por primera vez a una de estas jornadas, dejando entrever, con alegría, que no será la última. «Les viene bien porque desarrollan muchas habilidades, tanto sociales como físicas, y además les saca de la rutina», apunta. Asimismo, destaca la importancia de este tipo de actividades culturales y deportivas por parte del Ayuntamiento, precisando que « a los niños hay que ofrecerles algo más que las atracciones de feria, hay que acercarles a actividades lúdicas que tengan un menor coste económico».

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