
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Paseando Torrelavega… Con Leonor' es una propuesta novedosa de la empresa de turismo Norteando junto al Ayuntamiento de la ciudad que se incorpora a las ... rutas gratuitas de 'Pasea Torrelavega'. Los organizadores buscan «realizar un paseo normal para conocer la ciudad con una persona de otra época que nunca se ha ido», acercando a los asistentes el pasado y el presente de la mano del «espíritu» de Leonor de la Vega –representada por la actriz María Castillo–, fundadora de la capital del Besaya.
Este lunes había mucho por descubrir. Antes de comenzar el recorrido, la guía, Patricia Loro, avisaba de que en estas actividades es necesario «dejarse llevar» y arroparse de las historias y lugares que acompañan el paseo para disfrutar al máximo de la experiencia. A través de este recorrido por las calles –ambientadas especialmente para las fiestas de La Virgen Grande–, esta ruta presenta al «espíritu» de Leonor los cambios que su ciudad ha ido experimentando con el paso de los siglos.
El formato propone como hilo conductor una charla entre la guía y ese «espíritu» que lleva más de medio siglo vagando por las calles. Juntas, redescubren la ciudad tal y como la conocen los torrelaveguenses y visitantes de hoy en día: «A través de la charla metemos notas de la historia de la ciudad con anécdotas de la propia vida de Leonor», explicaba la guía. Objetivo: descubrir una Torrelavega diferente, llena de anécdotas e historias que a veces quedan en el olvido con el paso de los años.
La primera de las siete paradas del paseo fue la puerta de la Iglesia de la Virgen Grande, donde Patricia Loro fue dejando caer algunas pistas sobre aquello que acontecería momentos más tarde: «Si tenemos suerte igual se deja ver», comentaba. Efectivamente, Leonor apareció. Blandiendo una espada y ataviada con ropas de época, fue presentándose animadamente a los asistentes, mostrando la figura de una mujer «de armas tomar», fuerte y con carácter. Esa fuerza se iría apagando a medida que el itinerario avanzaba. «Cuando nos vayamos acercando al final del recorrido nos acercaremos, por así decirlo, a su muerte», avanzaba Loro.
Entre tanto, la actividad propuso un recorrido dinámico y participativo. De vez en cuando, los asistentes se veían envueltos en la representación, llegando incluso a actuar como si del servicio de la Señora de La Vega se tratasen –acompañándola del brazo o encargándose de llevar sus cosas–. Otros recitaron un poema de Gerardo Diego. Esa tranquilidad estuvo acompañada también por las risas, provocadas por los chascarrillos y ocurrencias de la protagonista de la mañana. «Una cosa buena que tienen ustedes los pobres es que se pueden enamorar». El público se desternilló con esta y otras citas de Leonor, a la que, como recordó, no le dejaron casarse por amor, sino bajo la única responsabilidad de mantener el poder en la familia. Los visitantes se lo pasaron bien con la fundadora de la ciudad. Recorrieron hasta siete lugares significativos de su vida, desde el Paseo de la Torre de La Vega hasta el Rincón de las Artes, entre otros muchos rincones.
Fue ahí donde los asistentes aprovecharon para hacer un pequeño parón en el paseo y descansar un poco las piernas, cerca del ecuador de esta actividad cultural. Tiempo para hablar de la escritora santanderina, Concha Espina, pero también de darse un homenaje con unos dulces recogidos por la propia Leonor, en una confitería cercana.
Ese tentempié no impidió que la melancolía se apoderara de su rostro según la ruta se acercaba a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Es aquí donde se hallan la tumba y los huesos de la célebre fundadora, según se cree junto a los de Gonzalo y Francisco de La Vega –antes se pensaba que descansaba junto a sus hijas–. Llegaba el momento final, y con este, uno de los más emotivos:un repaso a la historia de la bandera de la ciudad y del escudo con el Ave María, primero, y una interpretación al violín de esta pieza, a cargo de la actriz, después.
Fue una cita realmente conmovedora en el tramo final del recorrido. Y de ahí la respuesta de los participantes, que llenaron el cupo de plazas disponible en las visitas. Hay hasta tres paseos, que comienzan a las 10.30 horas en las inmediaciones de la Oficina de Turismo –situada en la Plaza Pequeñeces– y terminan en las puertas de La Asunción. Programados con una duración de una hora y media, estos paseos finalizarán el día 19 con su tercer y último evento durante las fiestas. El de este lunes fue el segundo y, de hecho, se produjo en pleno aniversario. Se cumplen 591 años de la muerte de Leonor en 1432.
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Ana del Castillo
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