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Inicio de la procesión de 2019, la última que pudo celebrarse con normalidad. Luis Palomeque
Una devoción que este año no tendrá límites

Una devoción que este año no tendrá límites

Actos religiosos. La procesión del domingo y la misa solemne del día siguiente harán que los torrelaveguenses se reencuentren con La Patrona

Sábado, 13 de agosto 2022, 07:45

Muy pocas veces la procesión de la Virgen Grande ha sido tan esperada como este año. Los torrelaveguenses están deseando ver a La Patrona recorriendo las calles de una ciudad que la recibirá adornada con los colores de la bandera del municipio. Ha sido un largo paréntesis obligado por la pandemia, dos años sin el acto religioso central, esa procesión que encoge el alma y llena de emoción a creyentes y a quienes la imagen de La Señora imponente desde su trono, pese a su pequeño tamaño, sosteniendo al Niño, y les mueve a mostrar respeto y emoción.

Dos tradiciones pesan en este primer acto en honor a la Virgen Grande. La primera, que la procesión se celebra en la víspera del Día Grande, el 14 de agosto, que este año cae en domingo. Y la siguiente, que ante la más mínima intuición de que pueda llover, la imagen no será sacada del templo parroquial debido a lo valioso de la talla, que no puede sufrir daños. Así que, como suele ocurrir cada año, los torrelaveguenses se pasarán el día mirando al cielo, especialmente si está amenazante.

Mientras llega ese gran día, el 14 de agosto, la Virgen aguarda en su 'casa', la iglesia de San José Obrero, su Santuario. Descendida ya de su camarín, trabajo que lleva a cabo el sacristán, Luis Joaquín Fernández Colio, con esmero y el mimo que esta labor merece, La Patrona está ya presentada al culto ante el altar del templo. Desde ahí ha presidido la Novena y también, el domingo, será un referente durante la misa que, a las 19.30 horas, está previsto presida el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, acompañado del párroco titular de la iglesia, el sacerdote Jesús Casanueva, y de otros curas del arziprestazgo de Torrelavega. Para el obispo este año será especial; puede que sea el último, dado que recientemente ha presentado su renuncia ante el Santo Padre al haber cumplido la edad que establece el Derecho Canónico para poner el obispado a disposición de Su Santidad.

Y una vez finalizada la misa comenzará la procesión, en torno ya a las nueve de la noche y siempre y cuando el tiempo esté a favor de que la Virgen Grande pasee por Torrelavega. Lo hará bellamente vestida, con su corona y su manto centenario. Desde la magnífica portalada que comunica con la Plaza Baldomero Iglesias, con su dintel obra de Jesús Otero, será recibida por la Banda Municipal de Música, que interpretará el himno nacional y, posteriormente, la bailarán los picayos de la Agrupación de Danzas Virgen de las Nieves de Tanos. Y comenzará el recorrido habitual, pasando por las calles Serafín Escalante y José María de Pereda, hasta llegar a la iglesia de Nuestra Sra. de la Asunción. Ahí, su párroco, Juan Carlos Rodríguez del Pozo, la recibirá, acompañado por fieles de la comunidad y la soprano Puerto Palomera interpretará el Ave María de Schubert. Tras un sencillo rezo, la procesión se reanudará por la calle Consolación, hasta llegar al punto de partida: su santuario. Los componentes del Coro Ronda Garcilaso la aguardarán para dedicarle esa canción cuyo estribillo reza: 'Hijos de la Virgen Grande, bendita Torrelavega'.

Y el próximo lunes, día de La Patrona, a las 12.00 horas, habrá misas solemnes, en las dos parroquias de la Virgen Grande y La Asunción, actos para que los torrelaveguenses dediquen sus oraciones, sus peticiones y recuerdos ante la imagen de la Señora de la ciudad.

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