La gran fiesta del folclore inunda la ciudad

Una fiesta multicolor en la que los protagonistas han sido las danzas y la música regional con la participación de relevantes formaciones que llegaron a la capital del Besaya desde distintas localidades de la comarca y de la región. El único objetivo que se pretende es reivindicar el importante papel de Torrelavega en este ámbito, el de las costumbres montañesas, y como cruce de caminos de este arraigo y patrimonio cultural.

Este año participaron en el Día del Folclore los grupos de danzas: Nuestra Señora de Covadonga (del Barrio del mismo nombre), San Pablo (Barrio de Nueva Ciudad), Virgen de las Nieves (Tanos), Santa Justa (Ubiarco) y San Blas (La Montaña). Asimismo, en canción montañesa estuvieron presentes la Ronda La Esperanza (Requejo), la Ronda de Tanos y la Coral de Camargo.

Y como solistas, se disfrutó de las voces de Pedro Álvarez Fernández, Ana María García, Eduardo Izquierdo, Esther Terán y Puri Díaz. En la parte instrumental, no faltaron Esteban Bolado y Alberto Terán, 'El cartero de Correpoco', trovador y la Banda de Gaitas Cantabria, los músicos de la Agrupación de Danzas de Tanos y los alumnos de la Escuela Municipal de Folclore.

Todos ellos se concentrarán a las doce del mediodía, aproximadamente, en el Bulevar Demetrio Herrero, donde el día despejado, incluso caluroso en algunos momentos, hizo que el público asistente pudiera disfrutar del espectáculo. A partir de entonces, todos los participantes iniciaron un recorrido por la ciudad, en animado pasacalles, hasta la hora del almuerzo. Ya por la tarde, una vez que los integrantes de las agrupaciones de coros y danzar repusieron fuerzas, a partir de las siete, en el auditórium municipal Maestro Lucio Lázaro, se sucedieron nuevas actuaciones, las más destacadas, sin lugar a dudas, de la jornada que se dio por finalizada en torno a las diez.

La Fiesta del Folcore es una de las actividades más coloristas del día grande de las fiestas de La Patrona, y en la que se puede apreciar la riqueza y el valor del vestuario típico regional, así como la belleza del cancionero y de los instrumentos más tradicionales.