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«¡Viva Torrelavega!, ¡viva sus peñas!, ¡viva el hojaldre!, ¡viva el baloncesto!, ¡viva las fiestas de La Patrona!». Con estas palabras finalizó este viernes el tradicional pregón de los festejos de la Virgen Grande, que corrió a cargo de Israel González, entrenador del equipo alemán ... de baloncesto Alba Berlín. Dieron comienzo así 10 días de alegría, buen humor y, sobre todo, mucha participación, lo que ha convertido a La Patrona en un referente en Cantabria.
Pancartas, banderas, pañuelos, globos, cánticos, bailes... Miles de personas, la mayoría peñistas, abarrotaron el Bulevar Demetrio Herrero y sus inmediaciones, tras finalizar el multitudinario desfile de Doña Leonor de la Vega por el centro de la ciudad, en el que participaron gaiteros, piteros, gigantes, cabezudos y, sobre todo, peñistas.
El colorido y ruidoso pasacalles sirvió de preámbulo al emotivo pregón, lleno de elogios a la capital del Besaya y sus gentes, acto que ahora se realiza en el escenario de los conciertos del Bulevar, en lugar del balcón del Ayuntamiento, cerrado desde hace casi una década por la inestabilidad del edificio. El lanzamiento del popular cohete, el chupinazo, también tiene sustituto: una lluvia de confeti que fue recibida con júbilo. La fiesta ya era imparable.
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Alejandro Pescador
En primer lugar, el pregonero dio las gracias al Consistorio y especialmente al alcalde, Javier López Estrada, por haberle otorgado «el honor» de dar el pistoletazo de salida a las fiestas de su ciudad, a las que acude cada vez que sus obligaciones profesionales se lo permiten. «Quiero dar la bienvenida a los torrelaveguenses –dijo a continuación–, a los nacidos aquí y a los que han venido a vivir con nosotros de otras ciudades, de otros países, y son bienvenidos a nuestra gran ciudad. A toda la gente que viene a disfrutar de nuestras fiestas, las mejores de Cantabria».
González indicó que ha tenido la suerte de haber nacido en la capital del Besaya, la ciudad «más cómoda del mundo, con todo a 10 minutos y llena de paseos peatonales», una urbe en la que «no te hace falta llamar a los amigos; solo con salir e ir a buscarlos es suficiente, porque sabes por donde están». «Una ciudad –agregó– que está cerca de todo: montaña, mar, playas, pueblos preciosos, zonas de buen comer. Una ciudad de la que a mi me gusta presumir, porque tiene el mejor hojaldre del mundo, con sus polkas, sus almendrados y su tarta. Siempre me llevó algo a Alemania o donde vaya».
El pregonero saludó especialmente a las peñas, que han dado «una nueva vida» a unas fiestas que conoce «desde que era pequeño». «Estoy muy contento con esta iniciativa, ver viva a mi ciudad y a su gente, porque las fiestas somos nosotros», afirmó. González recordó que viene de familia de deportistas, especialmente futboleros –su abuelo fue Paco El Farol y su padre Quinito El Farol–, y por eso quiso homenajear a todos aquellos que «nos inspiran y representan a través del deporte, un pilar fundamental de nuestra ciudad». No olvidó los nombres de Cristina Bucsa y Mohamed Attaoui, triunfadores de las Olimpiadas de París.
El entrenador del Alba Berlín recordó a los héroes locales de distintas disciplinas y se detuvo en el equipo de baloncesto, el Alega: «Ojalá que con la ayuda de todos, de esos veteranos del baloncesto de Torrelavega, pueda repetir y superar los éxitos del pasado». Y no faltó un guiño a los «entrenadores, padres y voluntarios» del deporte base, que «dedican tanto tiempo y energía para que nuestros jóvenes se formen en valores fundamentales para la vida, como el esfuerzo, el trabajo en equipo...». Por último, el pregonero señaló que Torrelavega es una ciudad de «gente trabajadora», que sabe que en la vida «nadie te regala nada», pero «hoy estamos aquí para enseñarle a todo el mundo que también sabemos divertirnos».
La bienvenida corrió al acto cargo del alcalde, que pidió un aplauso para los bomberos y la Policía por su labor en la extinción del espectacular incendio que devoró durante la tarde el bazar oriental El Siglo, en Campuzano. Después se sumó a la fiesta destacando el lleno en el Bulevar y el apoyo de los peñistas, más de 13.000 en esta edición de La Patrona. Precisamente, el evento comenzó con un guiño a las cuadrillas. La que ganó la liga el año pasado, 39300, encabezó el desfile y fue objeto de un homenaje sobre el escenario.
López Estrada, exultante, también hizo referencia a otro «exitazo», el deportivo, protagonizado ahora por «dos fenómenos»: Bucsa y Attaoui. «Ellos representan los valores de nuestra ciudad –indicó–. En Torrelavega somos un cruce de caminos, un pueblo de pueblos y de ello nace nuestro orgullo, el orgullo de ser la capital del Besaya y tener las mejores fiestas de Cantabria». También hablo del orgullo que siente porque las calles «son sinónimo de felicidad». «La del encuentro entre generaciones, porque estas fiestas son para todos, vecinos y no vecinos, peñistas y no peñistas, todos aquellos que quieren disfrutar», dijo. La concejala del área, Patricia Portilla, no sé quedó atrás: «Vuestro espíritu de diversión y hospitalidad ha convertido a estas fiestas en las mejores de Cantabria».
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