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El público se juntó en un puesto para observar el proceso artesanal de creación de cristal.

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El público se juntó en un puesto para observar el proceso artesanal de creación de cristal. Luis Palomeque
Mercado renacentista

Torrelavega viaja a la época de la Casa de la Vega

El popular evento,que concluirá el miércoles, se completacon diversos espectáculos y talleres

Alexia Garrido

Santander

Sábado, 12 de agosto 2023, 20:02

El Mercado Renacentista Casa de la Vega vuelve por segundo año consecutivo -después del parón debido a la pandemia- a las fiestas de La Patrona de Torrelavega para sumergir la Avenida de España, Pequeñeces y el Parque Manuel Barquín en un viaje en el tiempo que llevará a los visitantes a la época del renacimiento. Este arrancó este sábado y durará cuatro días, hasta el próximo 16 de agosto, llenando las calles de música, representaciones, artesanía y gastronomía típicas. Además, cuenta con multitud de actividades paralelas en recuerdo a los orígenes de la ciudad, acercando la historia de la Familia de la Vega -entre los que destacan Leonor de la Vega o el Marqués de Santillana- a los viandantes que se animen a acercarse al popular mercado. Gente de todas las edades podrá disfrutar de estas actividades que se realizan durante todo el día, empezando cerca de las 11.00 horas y terminando antes de medianoche.

La apertura del mercado en su primera jornada coincidió con el comienzo de la lluvia, después de una semana con altas temperaturas y bastante calor; la gente se quejaba de que el tiempo no les hubiera dejado disfrutar un poco más de estos días de fiesta. «Hay poca gente por la lluvia», comentaban algunos de los artesanos que esperaban que el inicio del mercado atrajera a más personas a sus puestos. A pesar de ello, muchos fueron los vecinos y visitantes que acudieron a observar los puestos y degustar los alimentos que ofrecían; el paseo se llenó de paraguas de todos los colores y de gente refugiándose en los toldos que los puestos disponían para que sus artículos no se mojaran y se estropearan.

Entre la gente que fue a disfrutar de la mañana al mercado, se podían distinguir turistas de otras comunidades -delatados al hablar por esos acentos diferentes al de la gente de Cantabria- y como no, peñistas -no hay que olvidar que hacerse una foto en este evento era puntuable para la Liga Somos 39300- vestidos con sus característicos pañuelos verdes y rojos de las fiestas y sus camisetas de la dinámica.

Luis Palomeque

Los estandartes, las banderas, la música y la caracterización de las casetas y trabajadores -tanto intérpretes como vendedores- con ropas de época, hacen que se respire un ambiente diferente al que se respira en el resto de la ciudad, donde se crea una atmósfera que te traslada al pasado. A las 11.30 horas comenzó el pasacalles musical, en el que diversos personajes como juglares, bufones o elfos animaron el recorrido con bailes y espectáculos de malabares. Durante este momento los sonidos de los aplausos y vítores llenaron el ambiente, así como los halagos hacia los trabajadores: «¡Qué guapa está!», «¡qué bien lo hace!», entre otros. Pero uno de los personajes fue el que causó un mayor revuelo entre los viandantes; muchos fueron los que se asustaron cuando el más grandullón -que cargaba con una carreta- les lanzaba un grito mientras pasaba: «Vaya susto me ha dado», se escuchaba entre la gente, lo que a su vez provocó las risas de los acompañantes de los que se sobresaltaron.

La magia de estos lugares no es otra que la de descubrir los maravillosos artículos que una persona es capaz de realizar con sus propias manos -muchos artesanos aprovecharon el tiempo de espera para seguir creando-, donde a pesar de que en varios puestos se venda el mismo tipo de objeto, nunca son iguales. Prima la originalidad del artesano. Joyas, espadas, textiles, gastronomía, jabones…, son algunos de los productos que te arropan durante el paseo por el mercado, donde te invaden los distintos olores, sabores y sonidos que te trasladan a otro lugar y tiempo. En diversos puestos se venden velas o jabones, pero nunca son iguales. Así como en uno te encuentras una vela como las de toda la vida -la típica alargada-, en el siguiente puesto puedes encontrarlas con otras formas -torsos de personas o animales, entre otros-. En el caso de Diego López, no pudo resistirse a comprar una de las velas con forma de caniche, que le recordaba a su mascota: «Es que está muy conseguido, es igual que mi perro».

Gran variedad

En el caso de las joyas también hay una gran variedad, se pueden encontrar en plata, cuero o de piedras preciosas. En estos casos, los trabajadores siempre te recomiendan que escojas la piedra en base a tu signo zodiacal, ya que no todas «tienen los mismos beneficios y varían en función del signo», como explicaba Leonor. A pesar de ser un mercado ambientado en lo medieval, siempre hay espacio para los más «frikis»; en diversas casetas se pueden encontrar camisetas, pósteres o figuras de los animes o series de moda, como One Piece o Anatomía de Grey. Este mercado es un imprescindible para mucha gente. Elena acude cada año con su familia para que sus hijos experimenten la magia del lugar y se entretengan con alguna de las representaciones y talleres que realiza la organización.

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