Nat Simons

Cantante

«Ver a una banda de chicas nos sigue pareciendo exótico»

-Lleva ya más de diez años en la música, ¿qué balance hace?

-Empecé a hacer cosas antes de 2014, pero siempre cuento el inicio de mi carrera como el día en el que salió mi primer disco en formato físico, por lo que podría decirse que este año cumplo diez años de carrera y, para celebrarlo, decidí embarcarme en un proyecto muy especial, 'Felinas', en el que reivindico la figura de artistas pioneras como Luz Casal o Aurora Beltrán, mujeres que, a pesar de los obstáculos y las críticas, abrieron camino para todas las que vinimos después.

-Un tema que se critica mucho es la escasa presencia de artistas femeninas en los carteles de los festivales. Es la única mujer en el cartel del Soundcity, ¿cómo se siente al respecto?

-¡Qué ganas tenía de que me hicieras esa pregunta! Siento que tengo que darlo todo por mí y por todas mis compañeras y espero que, en la próxima edición del evento, haya más representación femenina y que lo de este año haya sido algo puntual. En nuestro país, hay mujeres talentosas de sobra, no sólo para llenar los carteles de los festivales, sino también para encabezarlos, pero, sin embargo, cuando revisas los carteles, queda claro que no se nos da la visibilidad que nos merecemos. Parte de la responsabilidad de que haya tan pocas mujeres en estos eventos recae en los programadores y en los responsables de los ayuntamientos, pero también pienso que es fundamental que todos nos esforcemos más en descubrir propuestas femeninas y apoyarlas. Hay mil grupos de chicos, pero ver a un grupo de chicas nos sigue pareciendo exótico, cuando no debería de ser así.

-La primera vez que Ginebras tocaron aquí llamó la atención que, antes del concierto, estuvieron hablando y sacándose fotos con muchos niños y niñas. No sé hasta qué punto han ido saliendo bandas que están consiguiendo cambiar las cosas.

-Una de las mejores experiencias de mi vida fue cuando, en un concierto, se me acercó un padre con sus hijas y me contó que ellas habían empezado a tocar la guitarra porque les encantaba lo que hago. Es inspirador ver que grupos como las Ginebras están empezando a romper ese techo de cristal que existe en la música, ya que, muchas veces, las mujeres tenemos que hacer un esfuerzo extraordinario para que las cosas pasen. Recuerdo que, cuando empecé, lo primero que me dijeron es que ya había otra chica más con guitarra y cantando en inglés, como si con una fuera suficiente, cuando, lo más triste es que, en ese momento, apenas había cuatro mujeres contadas haciendo música.

-Aunque se puede llegar a la meta, ¿parten con desventaja?

-A muchas chicas les encantaría coger una guitarra y formar su propio grupo, pero se sienten desalentadas por el hecho de tener que vivir en un entorno predominantemente masculino, en el que mucha gente te juzga sin ni siquiera escucharte y en el que no se nos da la visibilidad que merecemos. Ahora, por suerte, hay mucha gente que está empezando a denunciar la desigualdad que existe en los carteles, algo que antes casi no ocurría.

-¿Hasta qué punto algunos festivales están avanzando realmente hacia una igualdad entre hombres y mujeres? ¿Este cambio se debe más bien al temor a recibir críticas en redes?

-En una ocasión, me llamaron de un festival y me dijeron, sin rodeos, que necesitaban incluir a alguna mujer y que estaban decidiéndose entre mí y otra chica. Mi respuesta fue algo así como, «si os gustamos ambas, ¿por qué no nos contratáis a las dos?». El problema es que sólo nos llamaron porque estaban obligados a incluir a una mujer en el evento. A menudo, me pregunto por qué hay tan pocas mujeres en los festivales, cuando, en teoría, la gente que los organiza debería tener inquietudes musicales.

-Ahora mismo, hay mil proyectos femeninos interesantes y que podrían tocar en cualquier festival sin desentonar, como Yawners, Jordana B. o las Repion, que son de Cantabria y con las que colabora en su disco 'Felinas'.

-Cuando descubrí a las Repion, aluciné, porque son buenísimas. Quería que las conociera todo el mundo y por eso quise que estuvieran en una canción de 'Felinas'. Hay muchas chicas que, ahora mismo, están empezando a tener un público grande y que se merecen estar en mil festivales, como las Repion o La Perra Blanco. El cartel del SoundCity me choca un poco, porque es muy guay, diferente y tiene gente que mola muchísimo, pero en el que llama la atención la falta de chicas.

- Hablábamos de 'Felinas', que es un disco en el que se rodea de otras mujeres para reivindicar el talento femenino. ¿En qué momento decide unir fuerzas con otras compañeras de profesión y llevar a cabo este proyecto?

- Siempre había querido hacer algo como lo que he hecho, pero, originalmente, pensaba hacer algo menos loco. En una ocasión, una discográfica que no voy a mencionar por aquí me dijo que mi idea era demasiado ambiciosa y que no creían que fuera a ser capaz de llevarla a cabo, pero, sin embargo, todo ha salido mejor de lo esperado: muchas compañeras maravillosas decidieron formar parte del proyecto, he recibido un gran apoyo de los fans y ha sido algo muy especial, porque todo los hemos hecho entre un grupo pequeño de personas, sin discográficas, ni mánagers. Siento que el hecho de que todo haya salido tan bien puede ser una inspiración para otras mujeres.

-¿Hasta qué punto el mensaje de 'nosotras podemos' ha sido uno de los ejes que ha querido transmitir con 'Felinas'?

-Lo que realmente me importaba era que el disco transmitiera claramente los mensajes que quería comunicar. No se trataba de seguir el mismo camino de quienes hacen las cosas sólo por dinero. Desde que empecé con este proyecto, mi objetivo pasaba por dar cabida a artistas de diferentes generaciones: quería destacar a quienes han sido referentes, como Cherie Currie, incluir a algunas de las grandes voces actuales, como Vega, y que hubiera mujeres menos conocidas, pero que realmente se merecen serlo. Todas las chicas con las que decidí contactar me han ayudado muchísimo y han dejado su impronta en el álbum: las Repion, por ejemplo, no sólo grabaron sus voces, sino que también hicieron arreglos de guitarra y grabaron partes de la batería, algo que no esperaba que hicieran.

-Si nos se ayudan entre ustedes, quién les va a ayudar, ¿no?

-No ha habido ninguna chica que no compartiera esa visión y que no estuviera dispuesta a dejarse la piel para que el mensaje que quería transmitir se entendiera.

- ¿Ya ha pensado en cuáles serán sus próximos pasos o por ahora no ha mirado más allá de 'Felinas'?

- A finales de este año, lanzaré un libro sobre el proyecto de 'Felinas', ya que he estado tan liada que no he podido lanzarlo antes, estoy preparando un álbum con las grabaciones de la presentación de 'Felinas' en la sala del WiZink Center y, además, en octubre, espero grabar un trabajo nuevo, que saldrá publicado en 2025.

- La verdad es que no para, ¿qué nos puede desvelar sobre ese trabajo que planea lanzar el año que viene?

- Tendrá diez temas, en los que he estado trabajando durante bastante tiempo. Lo voy a grabar en Nashville, con un productor que ha hecho cosas con gente como Margo Price y que va a juntar a una banda de músicos de la leche, como el batería de Sheryl Crow, para que me ayuden a darle forma a las canciones.

- Otro proyecto ambicioso, ¿no?

- Esto no va a ser tan ambicioso como lo de 'Felinas', pero sí que es verdad que voy a recorrer medio mundo para grabar el álbum. Me siento afortunada de poder dedicarme a esto y poder seguir grabando cosas, que es lo que realmente me llena. Sé que el rock es un género muy cerrado en el que es difícil ser una mujer, pero me motiva la idea de romper barreras y abrir camino para las chicas que vendrán después de mí.