

Secciones
Servicios
Destacamos
ARANTZA FURUNDARENA
Domingo, 28 de marzo 2010, 01:02
En perpetuo tránsito. Así vive Jesús Calleja (León, 1965). En realidad, como todos. Sólo que a él, que no para de dar vueltas al planeta, se le nota más. Lo cazamos al vuelo en un viaje relámpago al terruño para visitar a sus padres antes de volar a México para otro de sus desafíos extremos. Podrá parecer que tiene más cuento que Calleja. Pero al natural es auténtico.
- ¿Tanta sobredosis de adrenalina no le ha hecho inmune?
- Soy adicto. Me paso nueve meses al año de aventura en aventura. Y todavía hay muchos retos que me emocionan.
- Por ejemplo...
- El próximo que haremos para Cuatro: llevar al límite a gente urbana, a los típicos ejecutivos, hombres y mujeres que hablan idiomas y se las dan de cosmopolitas, pero que en el fondo no saben qué pasa ahí fuera. Les vamos a cambiar la vida. El cásting ya ha comenzado.
- Así que habrá chicas.
- Sí, he comprobado que en situaciones extremas, la mujer sopesa mejor los riesgos, no es tan impulsiva.
- Habrá dado mil vueltas al mundo, pero le veo muy de León.
- Mucho. Y de pueblo. A los de mi zona nos llaman cazurros, en el sentido de cabezotas. Y yo lo soy.
- ¿Nació ya así de lanzado?
- Bueno, miedo tengo. Y me alegro. Es la barrera de protección que te impide ir más allá.
- Como alpinista, le veo un toque nasal a lo Pérez de Tudela.
- Él era un tío cuadrado y yo soy menudito, peso 59 kilos. He demostrado que en el alpinismo es bueno ser ligerito.
- ¿Cuántas veces le han dicho que está loco?
- Muchas, pero yo siempre digo que locos estáis vosotros, los que metéis ocho horas diarias en una oficina y tenéis que obedecer a un jefe. Yo no podría. La vida es más lógica cuando dejas fluir las cosas y no hay estrés. Yo soy felicísimo.
- ¿Siempre lo tuvo así de claro?
- Con cinco años ya quería ser aventurero. Mi padre me leía las expediciones de Edmund Hillary en el Everest y de Ernest Shackleton en la Antártida. Él, de soltero, se había ido en Vespa a París a probar suerte como pintor bohemio. Y luego, ya con la familia, en vacaciones poníamos la baca en el Simca 1000 y nos íbamos a recorrer Europa, de camping, con muy poco dinero. Mis padres han sido peluqueros y durante el año trabajaban a destajo para luego poder viajar en verano. Una vez les dije: «Yo algún día escalaré el Everest». Y ya ve. Normalmente, cumplo lo que prometo.
- Confiese que su primer desafío fue declararse a la novia...
- Bueno, je, je... Ese primer amor nunca se olvida. Y, por cierto, era la hermana del que ahora es mi esponsor.
- ¿No echa de menos un nidito?
- Tengo casa en León y una casita en Nepal. Y a mi manera he formado una familia. Adopté a un chaval nepalí y acogí a dos amigos suyos. Les pagué los estudios y ya tienen su primer trabajo. Viven en León. Me han salido muy de ciudad.
- Debe de tener usted amigos hasta en el infierno.
- Me enrollo como una persiana y tengo gran capacidad para hacer amigos. Con buen rollo se llega al fin del mundo. La gente en general es mucho mejor de lo que parece. Yo haría un 'Desafío Extremo' en Afganistán para demostrarlo.
- No se meta en política, que bastante tuvo con Zapatero.
- Le llevé al monte y se comportó bien. Allí todos nos tratamos de tú y somos iguales. Eso debería funcionar en la vida. Ahora parece que está de moda la filosofía de la escalada, y nos llaman para dar conferencias en las empresas. Si los políticos aplicaran ese sentido de equipo...
- ¿A qué política, mujer, se llevaría de aventura?
- A Esperanza Aguirre y Cristina Almeida. Seguro que sobrevivirían.
- Esa melena... ¿es el tributo a sus padres peluqueros?
- ¡Pero si no me peino! Esto es un gesto de rebeldía, de protesta contra esta sociedad en la que todo tiene normas y cada día hay más prohibiciones que nos hacen ser borregos.
- Antes de la tele y la fama fue guía.
- Estuve 16 años de guía en la Patagonia y el Himalaya. Con estos ojos he visto retroceder el glaciar del Solo Khumbu, en el Everest, más de un kilómetro en 25 años. Luego dirán que no hay cambio climático...
- ¿Los sherpas son tan majos como aparentan?
- Más. Son de una generosidad incomprensible desde una visión occidental. Capaces de dar su vida para proteger la tuya.
- ¿Ha encontrado ya su lugar en el mundo?
- Claro. Mi lugar en el mundo es el mundo entero.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La chica a la que despidieron cuatro veces en el primer mes de contrato
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.