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TRIBUNA LIBRE

Comer en el Museo Marítimo

ANTONIO SAIZ PI

Martes, 27 de abril 2010, 02:33

El pasado domingo nos alcanzó la hora de la comida cerca del Museo Marítimo del Cantábrico (vamos, en la playa de Los Peligros) y como la gazuza cuando aprieta es que aprieta de verdad, decidimos mi mujer y yo entrar a comer en el restaurante del museo, y con ello, concedernos una polémica que nos ocupo parte de la tarde. Y como quiera que no quedó claramente resuelta, me permito compartir la experiencia por si lo consideran de algún interés, o es simplemente una forma de hablar a las tontas y a las locas, sin más importancia. Quiero aclararles que la polémica tiene que ver con el precio final del menú del restaurante que a la postre nos costó diecisiete euros, per-cápita, aunque como regalo me invitaron a visitar el museo previo pago de seis euros que posteriormente fueron detraídos del precio final del menú. Hasta aquí todo perfecto. El museo se lo merece y la cocina tiene su calidad, pero no sé muy bien por qué me acorde de que yo ya había estado en el museo y aunque no me importó volver a visitarle me surgió la duda de cómo actuar cuando otro día quiera volver a comer en ese restaurante y no quedarme con la cara de tonto cuando el camarero me pida la entrada para dejar la factura en los once euros finales. Mi mujer me dijo que tenía dos posibilidades: la primera, volver a visitar el museo, colocarme debajo del cachalote y la ballena para la foto de rigor y a comer; o, sla segunda, pasar del museo y considerar maravilloso el menú como para abonar los diecisiete euros de rigor.Vamos un lío, a no ser que seas turista y te hagas un combinado de museo y comida que en ese caso seguro que saldrás muy contento, porque habrás visitado un magnifico museo, comido un plato del día económico y de calidad, atendido por muy buenos profesionales. En cualquier caso ya son tres veces las que he estado en el museo y lo recomiendo, aunque todavía no me he aclarado, si voy por el museo y la comida, o sólo por la comida y el marco incomparable. En este último caso, bueno sería que abrieran una puerta de acceso directo al restaurante. Si existe yo no la encontré.

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