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Leonardo Padura, en La Magdalena, donde protagoniza 'El autor y su obra'. :: ROBERTO RUIZ
«No me pregunten qué va a pasar en Cuba, ese es el gran misterio»
LITERATURA

«No me pregunten qué va a pasar en Cuba, ese es el gran misterio»

El escritor Leonardo Padura, que traza en La Magdalena la evolución y las estrategias de la novela policial, comparte sus juicios con el público en el ciclo 'Martes literarios'

GUILLERMO BALBONA

Martes, 17 de agosto 2010, 02:06

«No soy un disidente ni estoy perseguido. Sigo viviendo en Cuba y mis libros se venden allí». El tabaco y el azúcar, el alma cubana y su pensamiento, la Habana como ciudad literaria, la evolución de la novela policíaca en Iberoamérica, y los juicios literarios, sociales y políticos atraviesan el aula de La Magdalena esta semana donde el novelista y periodista cubano Leonardo Padura protagoniza esa polifonía de personajes y personas que confluyen en su trayectoria literaria, pero también en el testimonio de la pluralidad de voces de su país, ambas fundidas en una propuesta del ciclo de la UIMP, 'El autor y su obra', patrocinado por la Fundación Banco Santander.

Ante sus alumnos aclara, desde el arranque del curso, su vínculo especial con su isla natal o retrata la figura de su abuelo. Subraya ese cruce de historias familiares y vecinos donde palpita el latido presente de Cuba. Padura es uno de esos casos excepcionales de mapa en el mundo: «continúo viviendo en la casa donde nací». Un grupo de fieles a su obra o al género negro (muchos de ellos asistieron el pasado año al curso de Donna Leon) participan en el foro que el ganador del Premio Dashiell Hammett de la Asociación Internacional de Escritores Policiacos en 1998, por su novela 'Paisajes de Otoño', imparte bajo el epígrafe 'Las estrategias literarias y sociales de la novela policial'.

Entre conferencias académicas, con esa atmósfera de crónica histórica, detalle y rigor que desprenden sus obras, y pequeños ensayos, artículos, trabajos de investigación y lecturas, Padura ha planificado su presencia en la UIMP precedida de una advertencia sugerente: «pueden plantearme las cuestiones que quieran pero no me pregunten qué va a pasar con Cuba porque ese es el gran misterio». El propio narrador cree, no obstante, que del curso puedan desprenderse algunas claves que permitan descifrar ese enigma del futuro de su país.

Padura confiesa que su «método empírico para conocer cómo están las cosas en Cuba» radica en situarse en un lugar de paso entre su casa familiar y los vecinos y escuchar las conversaciones: «el precio de las cosas, la última jovencita que se rasuró el pubis, las novedades cotidianas, la interpretación popular tras los discursos de Fidel...».

El narrador (La Habana, 1955) se dispone a desvelar las herramientas que le han permitido convertir sus obras en «instrumentos de indagación social y de creación estética». Hoy, fuera del ámbito académico, compartirá experiencias y reflexiones acerca de su creación con el público de los 'Martes Literarios', el ciclo que patrocina EL DIARIO MONTAÑES, en una sesión que será presentada en el paraninfo por el poeta Regino Mateo a partir de las 19.00 horas. Padura confiesa que su verdadera pasión es el béisbol, «soñé con ser pelotero», y recuerda su despertar literario, entre el periodismo y la escritura. Licenciado en Filología por la Universidad de La Habana en 1980, comenzó su andadura profesional trabajando como periodista en la revista literaria 'El Caimán Barbudo' y en 1984 publicó su primera novela 'Fiebre de caballos'. Galardonado con el Premio Nacional José Antonio Fernández de Castro en el año 2005, Padura trabajó en el periódico 'Juventud Rebelde' y fue jefe de redacción de la revista cultural 'La Gaceta de Cuba'.

'El caimán barbudo'

Además, su trabajo como escritor de cuentos, novelas y ensayos ha sido reconocido con numerosos galardones, entre los que se encuentran, el Premio Especial Alejo Carpentier por el ensayo 'Un camino de medio siglo: Carpentier y la narrativa de lo real maravilloso' (1993), el Premio Nacional de Novela Cirilio Villaverde por su obra 'Vientos de Cuaresma' o el Premio de las Islas en Francia por 'Paisaje de Otoño' (1998).

«Era fundamentalmente un crítico y eso es lo que hacía en 'El caimán barbudo'». En 1983 al autor se le expulsa de este órgano de la juventud comunista, como castigo «porque consideraban que yo era una persona con problemas ideológicos, y fue muy curioso porque de una revista cultural que publicaba de manera limitada pasé a trabajar en un periódico, haciendo largos reportajes», que publicaba medio millón de ejemplares cada domingo. Terminó siendo un cambio positivo que le hizo popular. La mezcla de periodismo y literatura, los reportajes sobre hechos y personas de una Cuba algo perdida o al margen de la historia oficial, forjaron su escritura. Y resultó muy importante porque literariamente constituyó un «gran aprendizaje y, sobre todo, me convirtió en una persona conocida».

El autor de 'Adiós, Hemingway',, creador del personaje Mario Conde, recorrerá esta semana la trascendencia de las peculiaridades de la realidad de la isla en el presente, la ubicación del escritor en el contexto de la narrativa cubana e iberoamericana de las dos últimas décadas, el vínculo entre literatura y mercado, así como las estrategias para ofrecer un testimonio fidedigno de la vida cubana actual.

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