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Mamadou Koné observa desde el césped a Gerard Piqué, en la acción en la que se produjo la lesión del central azulgrana. :: LLUIS GENÉ/AFP
Koné, el delantero inesperado
RACING

Koné, el delantero inesperado

Héctor Cúper dejó fuera de la alineación a los 'pesos pesados' y confió la responsabilidad del gol a un joven canterano de 19 años El jugador marfileño lideró las escasas acciones de ataque del Racing

SANTIAGO VELASCO

Domingo, 16 de octubre 2011, 02:06

Con Stuani calentando banquillo y Ariel fuera de la convocatoria, la responsabilidad de liderar el ataque del Racing recayó ayer en un joven canterano de apenas 19 años. El marfileño Mamadou Koné abandonó los pesados pastos de la Tercera División para estrenarse en uno de los escenarios más emblemáticos del planeta fútbol. Para debutar en el teatro principal del líder de la Primera División.

Para enfrentarse a este Barcelona hay que tirar de entrega y velocidad, mucha velocidad a la espalda de la mejor defensa del mundo. Son las virtudes que buscaba Héctor Cúper al alinear a Koné en un partido de tanta envergadura. Fijar en punta de ataque a un delantero de las características de Stuani o Ariel no casa con los argumentos más apropiados para afrontar una batalla que, ya antes del partido, se presentaba muy cuesta arriba.

Así las cosas, la solución parecía estar, una vez más, en las profundidades de la cantera verdiblanca. Esta vez, de la mano de un ariete rápido y con mucho recorrido nacido hace tan sólo 19 años en Costa de Marfil. En Bingerville, localidad y club del que procede. Por su fichaje, el Racing desembolsó un total de 240.000 euros.

Un remedio cuanto menos sorpresivo, sobre todo teniendo en cuenta que Koné aún no ha estrenado su cuenta de goles en la Tercera División este año y que, además, ni siquiera viajó con la plantilla para completar la pretemporada estival en Alemania. Allí faltó en beneficio de jugadores como Javi Martínez, otro de los delanteros del Racing B. La presencia de Martínez en las convocatorias ha sido casi testimonial -sólo contó para Cúper en el primer desplazamiento a Valencia, aunque al final siguió el partido desde la grada- y, con Acosta lesionado y Ariel y Stuani generando muchas dudas, Cúper buscó en Koné la fórmula contra la sequía racinguista.

Jugar en la delantera del Racing está tan barato que el joven marfileño no tuvo que demostrar demasiadas cosas para destacar en el vacío del panorama cántabro. Con muy poquito fue de lo mejor del equipo verdiblanco sobre el terreno de juego del Camp Nou.

Y eso que no arrancó con demasiada suerte. Nervioso en los primeros minutos, encadenó acciones titubeantes con unos cuantos resbalones inesperados. Perdió un par de balones, precipitándose en el pase ante la presencia de los jugadores de Guardiola.

Mayor exigencia

Cúper pedía más. El técnico argentino intentó corregir la posición del marfileño, indicándole que aportara mayor movilidad, o que buscara a sus compañeros y se dejara caer a bandas. Apenas mordía en la creación azulgrana y el míster se afanaba en rogarle más trabajo y más ayudas en defensa.

Y Koné respondió con más. Con el paso de los minutos fue encontrando un poco más su sitio sobre el escenario azulgrana y aportó mucha más entrega en la presión inicial. Se atrevió incluso a probar los guantes de Valdés. De hecho, fue de los pocos que se decidió a intentarlo. Corría el minuto 23 de juego. Recibió y, sin pensarlo, chutó entre los tres palos. Fue el primer arañazo felino. El marfileño volvió a aparecer en el primer minuto de la segunda parte. Controló un balón dentro del área, giró el cuerpo y disparó con la otra pierna. Valdés, en dos tiempos, se encargó de asegurar la meta local. Las galopadas y la presión, más incisiva, se prolongaron hasta el minuto 65 de partido, momento en el que el dorsal 33 fue sustituido por Manuel Arana.

Koné fue el inesperado y también único delantero alineado ayer. No hay más. Cúper ni siquiera buscó en su banquillo para echar mano de Stuani. Habrá que esperar futuras oportunidades contra rivales de la Liga del Racing, pero el marfileño dejó destellos positivos que invitan al optimismo. Cualquier detalle se acepta cuando se trata de remar por la salvación del equipo. Y más, si la aportación llega en forma de goles -tan ansiados- con denominación de cantera.

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