Divorcio a lo Preysler

Un ex es para siempre. De un ex nunca te divorcias». Isabel Preysler sabe bien lo que quiere decir la juez Purificación Pujol con esta frase tan contundente. Siempre será la ex de Julio Iglesias y de Carlos Falcó, marqués de Griñón, por más que ahora sea la señora de Boyer. La reina de corazones ha pasado dos veces por el trance de una separación y siempre lo ha hecho con su particular estilo personal. Sin armar ruido y sin tirar ni un trasto a la cabeza... que se sepa. Por eso, quién mejor que ella para prologar el libro 'Un divorcio elegante. O cómo desenamorarse con estilo' (Grijalbo). Una obra que recopila las claves para afrontar el «desgarro interior» que conlleva una separación, según recuerda la que es imagen de Porcelanosa. Todo sea para no terminar con el ex al estilo de Puerto Hurraco.

De hecho, la mujer de Miguel Boyer apunta a que son «escasas» las separaciones que se hacen «sin desacuerdos». «La disolución de un vínculo siempre lleva consigo la existencia de una pugna anterior, grande o pequeña, de uno u otro tipo», detalla en las tres hojas de un prólogo que aceptó tras leer con detenimiento las 224 páginas.

«Seguro que Isabel se ha visto representada en el libro. Ella es una persona de carne y hueso como todos y habrá sufrido al pasar por las distintas situaciones que conlleva un divorcio», explica la autora. Incluso ella misma no dudó en reconocer hace unos años que su separación de Julio Iglesias «fue un acto muy doloroso», pero que le hizo crecer como «mujer, como madre y persona».

Muchos recordarán el nombre de Purificación Pujol. Esta juez tuvo en vilo a media España el año pasado al encargarse de dirimir si había o no paro en la liga de fútbol en abril. Y también el foco mediático la apuntó con fuerza tras ser la encargada del auto con las medidas cautelares de Afinsa, es decir, la petición de embargo de 1.800 millones de euros a los administradores. Que se suman a los cientos de divorcios con los que ha lidiado y que forman una buena base para este libro. Para la juez, la clave de un divorcio elegante pasa por la educación... «pero de las entrañas». Es decir, una educación que evite el odio y que no intente hacer daño al otro con nuestros actos. Vamos, actuar a lo Preysler. «Me consta que ella intenta hacer el menor daño posible», comenta la ahora escritora.

Con aplicar el sentido común, la lógica, la sensatez y querer facilitar las cosas ya hay mucho terreno ganado para divorciarse con elegancia. Se deben dejar atrás las rencillas que llevan, como revela la especialista, a toda una batalla campal por ver quién se queda, por ejemplo, con una simple silla solo por sacar de quicio a la expareja. «Hay que aceptar el divorcio como una medicina. Hay que desdramatizarlo, porque al final es como una salvación», puntualiza Pujol, una apasionada de la psicología y el comportamiento humano.

- ¿Los divorcios de los famosos son más complicados que los de cualquier otra persona?

- La diferencia está en estúpidos o no estúpidos, como divide a los humanos el profesor Carlo Cipolla. Una persona no estúpida, famosa o no famosa, se va a divorciar bien y va a ser sensata, intentando causar el mínimo conflicto y tener las mínimas actitudes violentas. ¡Incluso los malvados se divorcian bien!

Mejor prevenir...

En este tema nada mejor que prevenir. Antes de dar un paso importante hay que adelantarse y pensar en cómo actuará nuestra media naranja cuando pase a ser ex. Y más teniendo en cuenta las cifras negativas que suceden al 'sí, quiero'. En España dos de cada tres matrimonios acaban en divorcios. Y en Europa hay una separación cada 31 segundos. Así es normal que la duración media del matrimonio sea de apenas quince años. Solo algunas excepciones confirman la regla, según enfatiza la magistrada, casada en segundas nupcias.

Un consejo: nunca hablar mal del ex una vez que se llegue al trance del divorcio. Tratarlos como si fuesen un médico o abogado al que alguna vez se ha recurrido. Aunque si la cosa termina en amistad, mucho mejor. Aquí también hay que ponerse en la piel de la Preysler, quien pese a sus múltiples apariciones en el papel 'couché' nunca ha pronunciado una palabra altisonante contra ellos. Pero sus ex tampoco y eso que siguen estando en el 'candelabro', como Carlos Falcó, que ya va por su tercer divorcio y es un especialista en alabar a sus exmujeres. Él no necesita leer el libro. Tampoco Julio Iglesias, que le lanza piropos como que es «una mujer muy sensata» con la que guarda muy buena relación aunque no se vean mucho. Es lo que tiene divorciarse elegantemente.